"Deja tu piropo"

Cuando la Luna se asoma
mando cantos a su cara
pues su reflejo dispara
hasta ti dulce saloma.​

 

Por tu casa ayer pasé,
me arrojaste aceite hirviendo.
Con ella me refresqué,
y es porque te estoy queriendo.​

 

Si no luciera este día
frente a ti gafas oscuras,
mi vista confesaría
la ansiadas travesuras.​

 

La envidia de un mustio Sol
la provoca tu semblante
pues, frente a ti, su arrebol
jamás lucirá radiante.​

 

Si algún día fuese Adán
me moriría en congoja
si tú, Eva de mi afán,
te aferraras a la hoja.​

 

Pone este mutuo destino
celoso hasta el ruiseñor
porque tu voz es un trino
derritiendo mi interior.

​

 

La gente elogios no lanza
ya tu beldad sin igual.
Te revivo sin tardanza
aquel mundo de cristal.
​

Sé que para muchos esta práctica pasó a la historia. Pero, ¿no hay pelis viejitas que gustan? Es un buen ejercio mental, por lo menos.