"Deja tu piropo"

Vengo de nuevo por aquí a dar un paseo jajaj

Cuando pasas por la calle
me volteo pa´ mirarte,
pues mejor carrocería
nunca había visto antes.


​

 

jajajaj muy bueno jajja

Pues benditas las farolas,
yo del suelo no te cojo,
será por tanto mirar
a las mozas de reojo.

​

 

Algunos piropos guardo,
voy a todos a regalar,
haciendo buen reparto,
para que lleguen a su hogar.

 

Vengo de nuevo a dejar mi granito de arena...

Si tu cuerpo fuese mar
haría un precioso viaje,
intentando naufragar
en tan dichoso oleaje.

​

 

Qué preciosa estás mujer
con tu ceñido tejano,
estás para relamerte
aunque soy vegetariano.


​

 

Que se arrodille la luna
Que baje la tez el sol
Que no hay como ella ninguna,
ninguna como mi amor.

 

Qué bonitos zarandeos
cuando pasas por mi vera,
¡perderme en tus oleajes
ansiaría en mi patera!

​

 

De los sueños que he tenido
este es el más engañoso:
jamás hubiera creído
ver algo así de precioso.

 

Si tú quisieras ser puerto
yo querría ser navío
navegándote despierto,
naufragando en ti dormido.

 

Con los ojos casi cerrados de sueño aquí dejo el mio...

Sedientos labios te buscan
en este enorme desierto,
sabiendo que eres oasis
en mi sed estoy muriendo.



​

 

Quien fuera ocaso llanero
pa´morir en tus ojitos,
cubriendo tus suspiros
tu bello corazoncito.

 

Si así tocas las maracas
cantándole a los llanos,
yo quisiera ser ellas,
pa´que me vuelvas canto.

 

Si almendro es tu boca
y almíbar tus caricias
yo quiero ser palomita
pa´probar de tus delicias.

 

No sufras, ni mueras
que con dulzura te escribo,
te hago algunas muecas,
y así te una vez te resucito.

 

Duerme duerme esos ojitos
que yo me convierto en luna,
pa´cuidarte con esmero
y así, besarte a oscuras.

 

Me arrebatas el aliento
cuando noto tu mirada
pues es tanto lo que siento
que sin ti, yo no soy nada.

​

 

Y aquí en la mañanita
te canto con el pecho,
pues eres bello jilguero
que vives en mi sonrisa.

 

Y beber sorbo a sorbo,
saciar mi sed,
y alimentaros del cariño,
en palabras de poeta.

 

Si tú fueras una rosa
y yo fuera un jardinero,
sólo yo te regaría
con mucho mimo y esmero.

 

Si así escribes poeta,
dejando tus sentimientos,
yo quiero ser pluma de oro,
para sentir tus deseos.