Dejadme

Dejadme
morir
bajo las encinas de mi pueblo.

Mi soledad y yo
qué solos
en soledad.

Mi caminar y yo
qué solos
en el andar.

Mis pensares y yo
qué solos
en el pensar.

Mis ansias
de amar
por la vereda
del encinar
qué solas
en soledad.

Oigo el meneo
del río que se va...
cuán solo
al mar...

En mi pensar
Eglogas de Títere y Melibeo
conmigo están.

Hundido llevo
el corazón
de tanto recordar...

La mente mía
embebe versos,
que yo aprendí,
leyendo a Homero.

Labios entreabiertos
bisbiseando
silencios
abiertos...

Bajo un cielo de azul
brisas del huerto
mr resanan el cuerpo,
no los adentros.

Dejadme
morir
bajo las encinas de mi pueblo.


N.B/(Tu "Lléname de amor",
Liz,un día te llenará
de ese deseo
que en tu poema
ardientemente
deseas.)

 

Muy melancolico tu poema salvador pero realmente te digo que espero nunca te dejen solo, un gusto leerte. Ah gracias por tu lindo deseo para mi.