Dejarla ir

Cuando ella está lista
para enfrentar un nuevo día
sonríe,
sonríe de una forma bella
hermosa
y su mirada hace que las puertas se abran
de par en par
sin miedo al que dirán.

Aún si está nevando afuera
o una persona le incordia
no se apaga su llama
su alegría sigue intacta,
pareciera que las flores
la saludan al pasar.

No,
no te necesita
porque es fuerte
vino a este mundo sola
y puede hacer lo que se proponga
solo debes dejar que su fuerza se manifieste
permitir que fluya, que mire más allá
de la rutina diaria.

Parece que fue ayer
cuando la conociste
frente a frente
dos almas lejanas
se encontraron
pero estaba escrito
que esas almas giraran
una junto a la otra
pero nunca se tocaran.

Mirando como ella crecía
poco a poco
mientras te acercabas
ella se alejaba
no por el destino
si no porque así debía ser.

Ocupado en tus cosas
no la veías así
y cuando finalmente volteaste
ya era demasiado tarde
para que ella te notara a ti también.

Ensimismado
en tu propia vorágine de pensamientos
en los amigos y los sucesos
en tus propias circunstancias
y tu dolor interno
no la viste,
no la viste
estaba ahí.

¿Es la causa de arrepentimiento?
cuando finalmente sus caminos se separaron
ya no había manera, ni sentido
tu sabías como se sentía
con una oportunidad nueva para brillar
en otro lugar, con otras personas
como te sentías
inundado por tus dudas y quejas
solo podías dejarla ir

y, la dejaste ir.

Su risa flotando evanescente
iluminando ese lugar obscuro
donde lo mecánico
rige el tiempo y el espacio
era un corazón latiendo
con ganas de vivir
con deseos de conocer
todo lo que cada persona significa
todo lo opuesto a ti.

Siempre te invitaba a salir
no para estar con ella
si no para comprenderte a ti
¿por qué no te atrevías a vivir?
¿dónde estabas en ese momento?
quizá en todos lados menos aquí.

Lentamente se fue
esa mañana
ni siquiera un adiós
o un hasta luego
no había otra opción
solo podías dejarla ir

y, la dejaste ir.

 

Es un poema para sniffff, sniffff, saludos Silver, que todo vaya perfecto. DESIRE