Desagüe

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​

Hoy vi llorar a unos ojos con tristeza,
con pena, con dolor, melancolía;
sus lagrimas brotaban
y a borbotones llenaban
el último cuenco
que anegado
esparcía el salino liquido
sobre la faz de la tormenta
que desquiciada
lanzaba remolinos
ahogando los suspiros.


Pero el Alma es una esponja
que absorbe manantiales,
y bebiéndose el torrencial espasmo
dejó para siempre
en el desierto
un oasis que sustenta
nuestras penas.​

Saúl Sánchez Toro
Medellin , Colombia

Enero 15 de 2012

 

Magistrales versos poeta,un placer pasar por ellos,un beso Sandra

 

Estimado poeta santoro, acabo de leerle un excelente escrito, donde siento por un lado todo el sentimiento de un ser, que a la vez, no puede, quitar de su interior, esa melancolía anegada, en suspiros.

Me ha gustado mucho la última parte, en donde coincido que el alma es una esponja, que sustenta gran parte de nuestra vida, con desdichas y penas que existen en nuestra vida.

Felicitaciones, para mi es un excelente poema, que deja mucho a la reflexión.Le dejo todo mi afecto y un fuerte abrazo desde mi Argentina.Bendiciones y las estrellas merecidas.


Hector Alberto Villarruel.

 

Querida Sandra, un placer para mi tenerte en mis versos.

 

Amigo Hector Alberto, un placer leer tu comentario lleno de emotividad. Gracias por leerme y dejar tu huella en mi camino.

 

Hermoso, precioso, muy bello, una divinidad.

 

No se tome a mal la palabra "divinidad" porque está escrita de corazón.

 

Más allá de la belleza poética, sabiduría. Poesía que alimenta más que a los ojos. Gracias Señor Santoro.

 

Querido Jorge, gracias por estar en mis versos. No te preocupes que lo "divino" también es terrenal.

 

Arkhazul, tus palabras son musica para mis sentidos. Gracias por venir.

 

Llorar es un alivio casi siempre, pero que se hace cuando las lagrimas no son nuestras....como poder quitarle al sufrimiento a los demás...sera un tema para pensar......interesantes versos, escritos con mucha sabiduría. Abrazos y estrellas.

 

Gracias amigo Prisionero por tan reflexivas palabras y por llegar a mis versos.