Desde el sepulcro

Llega la muerte
y sana mis heridas
Como el atardecer
refleja su sonrisa
en el mar de mi mente
me cubre de oscuridad
y me exorciza mil veces
observo su tonalidad
cual olas brillantes
que palidecen extintas
mil veces infames
mil veces distintas


En la soledad,
Me limito
Dejo de existir
Extraño su dulce voz
No la puedo oír,
Solo sus ultimas palabras
rebotan en mi cabeza
Luego en mi sepulcro
y viceversa!!!

esto apenas empieza
no hay nada que observar,
nada que perder
A quien abrazar,
Momentos
que fueron míos
que fueron eternos
momentos agonizantes
momentos olvidados

Sé que debo despertar
lo único que hago es morir
y en los días que escribo
Te puedo sentir

Cabalgo un dragón negro,
desquiciado, perturbado
el fin ha comenzado
al mundo he regresado
El demonio mas siniestro.

 

Pues me encanto el surrealismo
y como lo has contado, suena hasta tentadora la muerte...

encantada de pasar a leer sancruz, ​

 

Quizá luego de morir haya algo más, quién sabe.
Buenas líneas, saludos.

 

Divinidad excelente de obra excepcional, bellísimo, todo el camino de la hermosura.

 

Se me quedo fijada esa imagen
ese momento de meditación frente al océano
donde las cavilaciones
retumban tanto en el corazón como las olas del mar.
Un gusto pasar a leerle.
Saludos.​

 

Reflexiones agudas en esa meditación desde el sepulcro. Muy buen poema, con esa temática gótica y oscurantista.

Un saludo.

 

El trabajo divino de la publicación maravillosa, suprema inspiración.