Días De Soledad

En estos momentos de soledad,
En los que me siento tan solo,
En los que estoy tan aislado
Incluso de mi mismo,
Pienso en la sequedad de mis venas
En lo arrítmico de mi corazón.
En esta noche baldía,
Sin tonos dulces,
Sin música que adorne,
Los ojos se me entristecen.
Ahora que tengo piedra,
Que inerte late a desazón,
Que no me llamen hiedra,
Que ni a malas crezco.
No se si es porque tú no estás,
Ni si es porque no me encuentro.
No se quién eres,
Y yo no me reconozco en el espejo.
Alguna vez las chispas brotan
E intento hacer de ellas fuego,
Pero luego sólo brasas,
Que se apagan,
Se las lleva el viento,
En cenizas de recuerdo.
Y miro a mi alrededor,
Todo está bien,
De qué me quejo.
Pero al mirar más adentro,
Veo que algo está seco,
Y me pregunto una y otra vez,
¿dónde está el afecto?
Cómo frágiles figuras,
Todos desaparecen
En su propio escaparate,
Ya tienen su sitio,
Ya tienen su punto y aparte,
Yo sigo en puntos suspensivos.
Ni mis dedos quieren hablar,
Ni mis ojos mirar,
Pero el pecho se me abre,
Cada vez que tiene hambre.
Ni mis pies quieren andar,
Ni mi cabeza cavilar,
Pero los brazos se me encorvan,
Buscando asidero antes de la zozobra.
Camino y camino,
Sin saber, sin sentido,
Siguiendo un misterio,
Viviendo un incierto.
Hoy he vuelto a pensar en ti,
Amigo del alma,
Compañero de las batallas,
Amor de mi vida,
Amante pasajera.
Hoy he vuelto a imaginar,
Que en estos momentos,
Que en este desfallecimiento,
Tus brazos me cogían
Y lloraba contra tu pecho.
Hoy soñaba con eso,
Con tenerte a mi lado,
Pero sin ser egoísta,
Son versos que me callo.
Probaré a seguir soñando,
Para ver si del sueño brota algo,
Quizá ilusión,
De ilusión, esperanza
Y de la esperanza, una canción.
Y una vez al aire,
Con las notas bien sonantes,
Espero que la cantes,
Junto a mi, al son.
Hoy seguid viviendo,
Cada cual a sus quehaceres,
Que mañana no oiga llanto,
Que de oírlo ahí me tuviereis.
Hoy el silencio sigue existiendo,
Hoy te sigo necesitando,
Hoy no tengo a quién contarlo,
Hoy me muero, me ahogo en llanto.
Dame un abrazo,
Aún no sepa tu nombre,
Aún no sepa tu canto,
Hoy dame un abrazo,
Que lo peor de pedirlo
Es necesitarlo.
No me niegues algo así,
No me vuelvas la mirada,
Que a los tiempos buenos,
Fácil es ponerle buena cara.
Ya me voy,
Otra noche a solas,
Hablando con nadie,
Compartiendo con mi sombra,
Y ni ella me escucha,
Que a luces apagadas,
Se esconde y huye la muy puta.
Así que no lo olvides
Y cuando puedas
Dale calor a este cuerpo
A la sangre de mis venas.
Que la piedra se vuelva carne,
Y el latido una canción,
Que juntos podamos cantarla,
Una vida para dos,
Dame afecto,
Dame Amor,
Dame algo,
Aunque sea dolor.
Hoy mendigo,
Mañana quizá sea yo canción.​