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Divagación del...sexo?

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por † El Titiritero †, 27 de Julio de 2006. Respuestas: 2 | Visitas: 608

  1. † El Titiritero †

    † El Titiritero † Poeta recién llegado

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    ...creo que me perdí señora, dígame donde me encuentro...

    Murmuré con voz de niño que era yo,
    te dije que me tomaras de la mano
    -llévame a donde no hay dolor, lejos de aquí-,
    y sólo me mirabas detrás del cristal de tus ojos;
    frustrada; como si solo fueras un eco de lo que alguien fué,
    sin decir nada, en contra de las nubes.

    Algo nos separaba (no sabía qué era), algo muy frío.
    -La distancia?- pensé, sin darme cuenta de que estabas a mi lado
    y lo único que hice fué respirar, dí un largo y profundo respiro,
    pero todo se nubló.
    -Mierda!- grité, con miedo en la garganta y un dolor en el pecho.

    De pronto el suelo se agigantó frente a mi naríz y lo oscuro me llenó los ojos.
    Caí en un charco de nubes rojizas -supuse la primera tarde fría de Julio-
    y esperé alguna imagen frente a mí. No había nada, ni tú ni nadie; Nada.

    Solo podía jugar en un escenario fantástico que de pronto imaginé;
    tú, yo y un puñado de caricias en medio de la nada, con un espejo frente a nosotros.
    Me reflejaba y tú tambien, sin más que nuestros cuerpos vestidos de carne y sudor,
    te tomaba de las piernas, besaba tus muslos, tu cuerpo ardiendo,
    rozaba tus pechos con mi cabello sin peinar y mis dedos exploraban tu espalda
    que se contorsionaba de una forma extravagante, eramos uno.

    Tus manos galopaban en mi vientre y y tu lengua era una fierecilla sin domar en mi boca
    y en mi cuello. Te paseabas a tu antojo por mi cuerpo y el sudor era tu aliado.
    Tus ojos ardían, eran como los de un perro enfurecido por la invasión de su territorio,
    azules de coraje. Tu cabello destilaba un aroma seductor, como a frutas exóticas,
    digno del festín de un rey y yo no lo era. Era más bien un mendigo con suerte.

    Y esa tarde nos dejó más solos aún, íntimos, sujetos solo a nuestro propio horario,
    diseñando el trazo de los minutos y los segundos pasaba a un tercer plano; sin más,
    no había tiempo, era más bien infinito. Cada caricia era como una punzada a lo erótico,
    un filamento delgado y largo en el que nos acurrucábamos los dos, sólos.
    Sin esperar el mañana, tocándonos hoy, encendidos.

    Yo viajaba de tus pies a tu espalda, apretaba tus muslos y mojaba tu piel;
    como si de pronto una lluvia se dejara caer desde lo alto de una nube,
    se mezclaban los líquidos, eramos humedad infantil y lascivia.

    ¿Eramos?

    Esa era la pregunta y nada la contestaba, ni el crugido de las nubes a nuestro movimiento,
    ni tus gemidos lanzados al aire y de repente a mi oído, ni tus uñas en mi espalda,
    ni siquiera el "te amo" que sonaba roto y seco en mi garganta, era frío.

    ¿Era?

    Y de pronto ese color escarlata de las nubes desapareció y con él mi fantasía.
     
    #1
    Última modificación por un moderador: 22 de Septiembre de 2014
  2. Asdrymarie

    Asdrymarie Poeta recién llegado

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    Lástima... Más aun asi es un muy hermoso recuerdo no crees...(^_^)
     
    #2
  3. † El Titiritero †

    † El Titiritero † Poeta recién llegado

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    No làstima, fuè, eso es lo que importa...Gracias por la molestia =)

    Saludos.
     
    #3

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