Donde comen los canarios

Pensé
en dejarte
otra vez
(hamaca y alambre).

Pensé
en andar,
bañar de limo y arcilla
el aire y el sol.

Ahora en mis manos
tus manos,

ahora el gruñido
de las fieras.

La ropa, el viento
el charco,
y el pino,
y las chapas,
y el techo
(mi horizonte).

Rupestre y solo
me hundo,

mi sombra,
la lluvia
y las plumas,
me
dan del sol
otra
limosna.

 

Cada día es una bendición mi querido Emp..

atractivo poema...

tu lismona!! tuc!​

 

Letras cortas que denotan la profundidad de su argumento. Mis aplausos amigo, un gusto leerte.

 

Divinidad de creación suprema y emocionante.

 

Tuc, tuc. Es una moneda. Necesito billetes. ja

 

Bien amiga luviam. Se extrañan los acertijos. No quería estigmatizarte, pero pasó ajja Saludos y gracias.

 

Conformate!! no hay más!!​

 

Hola...he estado escudriñando tus poemas y, de los que hasta ahora he leído, este en concreto me resulta interesante. Tiene algunas imágenes muy sugerentes.

Un saludo

 

Bien. Ya sabemos que estas cosas también pueden acomodarse. Pero gracia por tu apreciación comentada. Saludos.