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Edgar Allan Poe - El Cuervo

Tema en 'Poetas famosos, recomendaciones de poemarios' comenzado por emiled, 27 de Septiembre de 2007. Respuestas: 17 | Visitas: 5914

  1. emiled

    emiled Poeta adicto al portal

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    17 de Febrero de 2007
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    Una obra increible del maestro Edgar Allan Poe (EE.UU, 1809-1849), que nadie puede perderse o dejar de leer:



    El Cuervo



    Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
    mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
    inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
    cabeceando, casi dormido,
    oyóse de súbito un leve golpe,
    como si suavemente tocaran,
    tocaran a la puerta de mi cuarto.
    "Es -dije musitando- un visitante
    tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
    Eso es todo, y nada más."
    ¡Ah! aquel lúcido recuerdo
    de un gélido diciembre;
    espectros de brasas moribundas
    reflejadas en el suelo;
    angustia del deseo del nuevo día;
    en vano encareciendo a mis libros
    dieran tregua a mi dolor.
    Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
    virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
    Aquí ya sin nombre, para siempre.

    Y el crujir triste, vago, escalofriante
    de la seda de las cortinas rojas
    llenábame de fantásticos terrores
    jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,
    acallando el latido de mi corazón,
    vuelvo a repetir:
    "Es un visitante a la puerta de mi cuarto
    queriendo entrar. Algún visitante
    que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
    Eso es todo, y nada más."

    Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
    y ya sin titubeos:
    "Señor -dije- o señora, en verdad vuestro perdón imploro,
    mas el caso es que, adormilado
    cuando vinisteis a tocar quedamente,
    tan quedo vinisteis a llamar,
    a llamar a la puerta de mi cuarto,
    que apenas pude creer que os oía."
    Y entonces abrí de par en par la puerta:
    Oscuridad, y nada más.

    Escrutando hondo en aquella negrura
    permanecí largo rato, atónito, temeroso,
    dudando, soñando sueños que ningún mortal
    se haya atrevido jamás a soñar.
    Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
    y la única palabra ahí proferida
    era el balbuceo de un nombre: "¿Leonora?"
    Lo pronuncié en un susurro, y el eco
    lo devolvió en un murmullo: "¡Leonora!"
    Apenas esto fue, y nada más.

    Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
    toda mi alma abrasándose dentro de mí,
    no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
    "Ciertamente -me dije-, ciertamente
    algo sucede en la reja de mi ventana.
    Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
    y así penetrar pueda en el misterio.
    Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
    y así penetrar pueda en el misterio."
    ¡Es el viento, y nada más!

    De un golpe abrí la puerta,
    y con suave batir de alas, entró
    un majestuoso cuervo
    de los santos días idos.
    Sin asomos de reverencia,
    ni un instante quedo;
    y con aires de gran señor o de gran dama
    fue a posarse en el busto de Palas,
    sobre el dintel de mi puerta.
    Posado, inmóvil, y nada más.

    Entonces, este pájaro de ébano
    cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
    con el grave y severo decoro
    del aspecto de que se revestía.
    "Aun con tu cresta cercenada y mocha -le dije-.
    no serás un cobarde.
    hórrido cuervo vetusto y amenazador.
    Evadido de la ribera nocturna.
    ¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!"
    Y el Cuervo dijo: "Nunca más."

    Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
    pudiera hablar tan claramente;
    aunque poco significaba su respuesta.
    Poco pertinente era. Pues no podemos
    sino concordar en que ningún ser humano
    ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
    posado sobre el dintel de su puerta,
    pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
    de Palas en el dintel de su puerta
    con semejante nombre: "Nunca más."

    Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
    las palabras pronunció, como virtiendo
    su alma sólo en esas palabras.
    Nada más dijo entonces;
    no movió ni una pluma.
    Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
    "Otros amigos se han ido antes;
    mañana él también me dejará,
    como me abandonaron mis esperanzas."
    Y entonces dijo el pájaro: "Nunca más."

    Sobrecogido al romper el silencio
    tan idóneas palabras,
    "sin duda -pensé-, sin duda lo que dice
    es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
    de un amo infortunado a quien desastre impío
    persiguió, acosó sin dar tregua
    hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
    hasta que las endechas de su esperanza
    llevaron sólo esa carga melancólica
    de "Nunca, nunca más."

    Mas el Cuervo arrancó todavía
    de mis tristes fantasías una sonrisa;
    acerqué un mullido asiento
    frente al pájaro, el busto y la puerta;
    y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
    empecé a enlazar una fantasía con otra,
    pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
    lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
    flaco y ominoso pájaro de antaño
    quería decir graznando: "Nunca más,"

    En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
    frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
    quemaban hasta el fondo de mi pecho.
    Esto y más, sentado, adivinaba,
    con la cabeza reclinada
    en el aterciopelado forro del cojín
    acariciado por la luz de la lámpara;
    en el forro de terciopelo violeta
    acariciado por la luz de la lámpara
    ¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

    Entonces me pareció que el aire
    se tornaba más denso, perfumado
    por invisible incensario mecido por serafines
    cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
    "¡Miserable -dije-, tu Dios te ha concedido,
    por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
    tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
    ¡Apura, oh, apura este dulce nepente
    y olvida a tu ausente Leonora!"
    Y el Cuervo dijo: "Nunca más."

    "¡Profeta! exclamé-, ¡cosa diabólica!
    ¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
    enviado por el Tentador, o arrojado
    por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
    a esta desértica tierra encantada,
    a este hogar hechizado por el horror!
    Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
    ¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
    ¡Dime, dime, te imploro!"
    Y el cuervo dijo: "Nunca más."

    "¡Profeta! exclamé-, ¡cosa diabólica!
    ¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
    ¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
    ese Dios que adoramos tú y yo,
    dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
    tendrá en sus brazos a una santa doncella
    llamada por los ángeles Leonora,
    tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
    llamada por los ángeles Leonora!"
    Y el cuervo dijo: "Nunca más."

    "¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
    pájaro o espíritu maligno! -le grité presuntuoso.
    ¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
    No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
    que profirió tu espíritu!
    Deja mi soledad intacta.
    Abandona el busto del dintel de mi puerta.
    Aparta tu pico de mi corazón
    y tu figura del dintel de mi puerta.
    Y el Cuervo dijo: Nunca más."

    Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
    Aún sigue posado, aún sigue posado
    en el pálido busto de Palas.
    en el dintel de la puerta de mi cuarto.
    Y sus ojos tienen la apariencia
    de los de un demonio que está soñando.
    Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
    tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
    del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
    no podrá liberarse. ¡Nunca más!


    Edgar Allan Poe
    (1809-1849)​
     
    #1
  2. Dark_Fairy

    Dark_Fairy Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, hermoso, clap, clap, clap...Eso es un verdadero escrito gòtico y no pedazos, besis desde Mèxico...
     
    #2
  3. Este es el poema que más me encanta de Poe, es muy muy bueno...
     
    #3
  4. Mitra

    Mitra Poeta adicto al portal

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    Este poema me dió el empujón para escribir poesía hace algunos años :), me encanta y cada vez que lo leo más me fascina.
    Saludos
     
    #4
  5. luna silente

    luna silente Poeta reconocido en el portal.

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    9 de Febrero de 2008
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    mi poema favorito
    que mas decir del maestro Poe
    es magnifico
    me lo se de memoria
     
    #5
  6. Es una versión muy distinta a la que había leído.


    El Cuervo


    Cierta noche aciaga, cuando, con la mente cansada,
    meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral
    y asentía, adormecido, de pronto se oyó un rasguido,
    como si alguien muy suavemente llamara a mi portal.
    "Es un visitante -me dije-, que está llamando al portal;
    sólo eso y nada más."

    ¡Ah, recuerdo tan claramente aquel desolado diciembre!
    Cada chispa resplandeciente dejaba un rastro espectral.
    Yo esperaba ansioso el alba, pues no había hallado calma en mis libros,
    ni consuelo a la pérdida abismal
    de aquella a quien los ángeles Leonor podrán llamar
    y aquí nadie nombrará.

    Cada crujido de las cortinas purpúreas y cetrinas
    me embargaba de dañinas dudas y mi sobresalto era tal
    que, para calmar mi angustia repetí con voz mustia:
    "No es sino un visitante que ha llegado a mi portal;
    un tardío visitante esperando en mi portal.
    Sólo eso y nada más".

    Mas de pronto me animé y sin vacilación hablé:
    "Caballero -dije-, o señora, me tendréis que disculpar
    pues estaba adormecido cuando oí vuestro rasguido
    y tan suave había sido vuestro golpe en mi portal
    que dudé de haberlo oído...", y abrí de golpe el portal:
    sólo sombras, nada más.

    La noche miré de lleno, de temor y dudas pleno,
    y soñé sueños que nadie osó soñar jamás;
    pero en este silencio atroz, superior a toda voz,
    sólo se oyó la palabra "Leonor", que yo me atreví a susurrar...
    sí, susurré la palabra "Leonor" y un eco volvióla a nombrar.
    Sólo eso y nada más.

    Aunque mi alma ardía por dentro regresé a mis aposentos
    pero pronto aquel rasguido se escuchó más pertinaz.
    "Esta vez quien sea que llama ha llamado a mi ventana;
    veré pues de qué se trata, que misterio habrá detrás.
    Si mi corazón se aplaca lo podré desentrañar.
    ¡Es el viento y nada más!".

    Mas cuando abrí la persiana se coló por la ventana,
    agitando el plumaje, un cuervo muy solemne y ancestral.
    Sin cumplido o miramiento, sin detenerse un momento,
    con aire envarado y grave fue a posarse en mi portal,
    en un pálido busto de Palas que hay encima del umbral;
    fue, posóse y nada más.

    Esta negra y torva ave tocó, con su aire grave,
    en sonriente extrañeza mi gris solemnidad.
    "Ese penacho rapado -le dije-, no te impide ser
    osado, viejo cuervo desterrado de la negrura abisal;
    ¿cuál es tu tétrico nombre en el abismo infernal?"
    Dijo el cuervo: "Nunca más".

    Que una ave zarrapastrosa tuviera esa voz virtuosa
    sorprendióme aunque el sentido fuera tan poco cabal,
    pues acordaréis conmigo que pocos habrán tenido
    ocasión de ver posado tal pájaro en su portal.
    Ni ave ni bestia alguna en la estatua del portal
    que se llamara "Nunca más".

    Mas el cuervo, altivo, adusto, no pronunció desde el busto,
    como si en ello le fuera el alma, ni una sílaba más.
    No movió una sola pluma ni dijo palabra alguna
    hasta que al fin musité: "Vi a otros amigos volar;
    por la mañana él también, cual mis anhelos, volará".
    Dijo entonces :"Nunca más".

    Esta certera respuesta dejó mi alma traspuesta;
    "Sin duda - dije-, repite lo que ha podido acopiar
    del repertorio olvidado de algún amo desgraciado
    que en su caída redujo sus canciones a un refrán:
    "Nunca, nunca más".

    Como el cuervo aún convertía en sonrisa mi porfía
    planté una silla mullida frente al ave y el portal;
    y hundido en el terciopelo me afané con recelo
    en descubrir qué quería la funesta ave ancestral
    al repetir: "Nunca más".

    Esto, sentado, pensaba, aunque sin decir palabra
    al ave que ahora quemaba mi pecho con su mirar;
    eso y más cosas pensaba, con la cabeza apoyada
    sobre el cojín purpúreo que el candil hacía brillar.
    ¡Sobre aquel cojín purpúreo que ella gustaba de usar,
    y ya no usará nunca más!.

    Luego el aire se hizo denso, como si ardiera un incienso
    mecido por serafines de leve andar musical.
    "¡Miserable! -me dije-. ¡Tu Dios estos ángeles dirige
    hacia ti con el filtro que a Leonor te hará olvidar!
    ¡Bebe, bebe el dulce filtro, y a Leonor olvidarás!".
    Dijo el cuervo: "Nunca más".

    "¡Profeta! -grité -, ser malvado, profeta eres, diablo alado!
    ¿Del Tentador enviado o acaso una tempestad
    trajo tu torvo plumaje hasta este yermo paraje,
    a esta morada espectral? ¡Mas te imploro, dime ya,
    dime, te imploro, si existe algún bálsamo en Galaad!"
    Dijo el cuervo: "Nunca más".

    "¡Profeta! -grité -, ser malvado, profeta eres, diablo alado!
    Por el Dios que veneramos, por el manto celestial,
    dile a este desventurado si en el Edén lejano
    a Leonor, ahora entre ángeles, un día podré abrazar".
    Dijo el cuervo: "¡Nunca más!".

    "¡Diablo alado, no hables más!", dije, dando un paso atrás;
    ¡Que la tromba te devuelva a la negrura abisal!
    ¡Ni rastro de tu plumaje en recuerdo de tu ultraje
    quiero en mi portal! ¡Deja en paz mi soledad!
    ¡Quita el pico de mi pecho y tu sombra del portal!"
    Dijo el cuervo: "Nunca más".

    Y el impávido cuervo osado aún sigue, sigue posado,
    en el pálido busto de Palas que hay encima del portal;
    y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña,
    cuya sombra el candil en el suelo proyecta fantasmal;
    y mi alma, de esa sombra que allí flota fantasmal,
    no se alzará...¡nunca más!.

    Es uno de los 10 poemas que mas admiro en la vida.

    Saludos cordiales.
     
    #6
  7. Ricardo R. Ruiz

    Ricardo R. Ruiz Poeta que considera el portal su segunda casa

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    4 de Diciembre de 2007
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    el gran edgar allan poe...maestro entre maestros, es traido del ese mas alla que tanto le aterririzaba, con unos de sus mas insignespoemas...the raven...el cuervo...que escrito originalmente en idioma ingles, ha sido mas que su tarjeta de presentacion, un ejemplo del ilimitado potencial imaginativo del poeta...deseo hacer una pequena aportacion sobre la vida del poeta poe, por lo interesante de su vida y como el pudo dejar entre ver sus mas terribles miedos a traves de su poesia y de sus cuentos te horror como de detectives...el sr poe padecia de una terrible enfermedad llamada catatonia, en la cual, tras un desmayo, caia en un estado en el cual, siendo la respiracion y el pulso practicamente imperceptibles, se corria el riesgo de ser sepultado vivo...estadesgracia marco toda una vida la cual paso de trabajo en trabajo...de fracaso matrimonial, en fracaso...dependiendo de laudano, alcohol y pio para calmar un dolor que se lo comiadiariamente un poco mas...les invito a la lectura de sus cuentosde horror y de detectives, y notaran como sus personajes principales temen, o pasan por la experiencia de ser enterrados vivos de una u otra manera...detras del personaje esta el terror que edgar sentia ante la posibilidad de un dia despertar y encontrarse en un ataudo, a 10 pies bajo la tierra sin nadiea su lado que le escuche o que lo socorra...buena lectura!!! RRR
     
    #7
  8. MujerImaginaria

    MujerImaginaria Poeta recién llegado

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    30 de Junio de 2008
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    excelente, q mas se puede decir...
    un poema estremecedor...
    grande Poe!
     
    #8
  9. Black Princess

    Black Princess Poeta fiel al portal

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    Un maestro del relato gótico y fantástico, del género negro, del poema misterioso.

    Me quito el sombrero ante esta figura literaria. Mi escritor y poeta favorito.

    Estoy de acuerdo contigo, ningún poeta (gótico, al menos) debe perderse esta maravillosa obra.
     
    #9
  10. Gothic-Poet2008

    Gothic-Poet2008 Poeta asiduo al portal

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    Muy cierto ningun poeta gotico debe perderse al maestro Poe, el creador de las novelas detectivescas y un gran exponente de la poesia gotica, sin temor me atreveria a decir que el mejor.
     
    #10
  11. Francis Crozier

    Francis Crozier Poeta recién llegado

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    28 de Mayo de 2009
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    Posiblemente sea Edgar Allan Poe el iniciador de la poesía moderna. Y "El cuervo" uno de los mejores poemas narrativos de la historia de la literatura. No es de extrañar que sea precisamente un gran poeta y narrador el que una ambos géneros en esta pieza.
     
    #11
    Última modificación: 31 de Mayo de 2009
  12. Pedro Olvera

    Pedro Olvera Invitado

    Ah, ya decía que algo tendría que encontrar sobre el magnífico Edgar Allan Poe. Me extendería en comentarios, pero ya dejé también en este foro un archivo con algunos datos sobre Poe, la versión original de El cuervo en inglés y mi versión en castellano... La traducción que aquí se aportó es de las más fieles que conozco y es de Antonio Peña Bernal. ¡Gracias por tener en cuenta al Maestro de las Sombras!
     
    #12
  13. Francis Crozier

    Francis Crozier Poeta recién llegado

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    Pues esta es otra versión en español:

    http://lamaquinadeltiempo.com/Poe/cuervo09.html


    Título: EL CUERVO
    Autor: Edgar Allan Poe.
    Traducción de Ricardo García Nieto.



    Una triste medianoche, abatido, meditaba
    sobre un libro muy curioso, de antigua ciencia olvidada.
    Cuando el sueño me vencía, de pronto oí la cadencia
    de unos golpes que alguien daba con mucho tiento en mi puerta.
    Es –me dije- un visitante que llama desde el portal.
    Sólo es eso y nada más.


    Recuerdo muy claramente aquel diciembre funesto,
    los rayos que proyectaban sus fantasmas en el suelo.
    En mis libros yo buscaba, mientras llegaba la aurora,
    algún consuelo al dolor por la muerte de Leonora,
    de Leonora, a quien los ángeles Leonora pueden llamar.
    Los ángeles, nadie más.


    El rumor sedoso, incierto, de las púrpuras cortinas
    me llenaba de ignoradas y terribles fantasías.
    Para frenar mis latidos, repetía estas palabras:
    “es tan sólo un visitante, que quiere entrar en mi estancia,
    un visitante tardío que a mi estancia quiere entrar.
    Eso es todo, y nada más.”


    De pronto me sobrepuse y sin más vacilación
    Dije: “Señor o señora, imploro vuestro perdón;
    pero el hecho es que dormía, y tan suave habéis llamado,
    llamado con tal lisura a la puerta de mi cuarto,
    que de oíros yo dudé”. Y entonces abrí el portal.
    Y sólo vi oscuridad.


    Mirando en la oscuridad, permanecí con temor,
    soñando sueños que nadie nunca a soñar se atrevió;
    mas no se rompió el silencio, ni la quietud de las sombras,
    tan sólo se oyó un susurro con el nombre de Leonora.
    Era el eco al devolverme lo que quise murmurar.
    Sólo el eco, nada más.


    Volví a mi cuarto otra vez, el alma toda me ardía,
    Y oí de nuevo los golpes más sonoros todavía.
    “Seguramente –me dije- , hay algo tras mi ventana;
    voy a abrirla, a desvelar el misterio que ella entraña,
    que se aquieten mis latidos, que lo voy a desvelar.
    Es el viento y nada más”.


    Abrí la ventana entonces y con coqueto arrebato
    entró muy solemne un cuervo de las épocas de antaño.
    Sin perder un solo instante, sin la menor reverencia,
    con altivez se elevó hasta el dintel de mi puerta
    y se posó sobre un busto de Palas en mi zaguán.
    Y allí quedó, nada más.


    Y entonces el ave de ébano a sonreír me llevó
    por lo grave de su aspecto y su severa expresión.
    “Eres osado –le dije- aunque tu cresta no asome,
    cuervo espectral, desterrado de la plutónica noche,
    Dime, pues, cuál es tu nombre, cuál tu nombre señorial”.
    Dijo el cuervo: “Nunca más”


    Me sorprendió que aquel pájaro tan desgarbado y ridículo
    me oyese y me respondiera, aunque fuese sin sentido,
    pues podemos convenir que jamás un ser humano
    fue bendecido con ver, a la entrada de su cuarto,
    pájaro o bestia en un busto encima de su portal
    con tal nombre: “Nunca más”.


    Mas el cuervo allí sentado sólo dijo esas palabras
    como si su alma fluyera por completo al pronunciarlas.
    Después no movió una pluma, ni dijo nada aquel pájaro,
    hasta que al fin murmuré: “lo mismo que antes volaron
    mis amigos y esperanzas, mañana se marchará”.
    Dijo entonces: “nunca más”.


    Estremecido al oír respuesta tan oportuna,
    me dije: está repitiendo lo que aprendió vez alguna,
    lo que tomó de algún amo al que siguió el infortunio
    tan de cerca que sus cantos a un estribillo redujo,
    sus cantos a la esperanza en tan sólo aquel refrán:
    “nunca, nunca, nunca más”.


    Como el cuervo aún trocaba en sonrisa mi tristeza,
    puse un mullido sillón delante de él y la puerta,
    y, hundido en el terciopelo, me puse yo a concebir,
    ilusión tras ilusión, lo que quería decir
    ese pájaro severo, desgarbado y ancestral
    al repetir: “nunca más”.


    Así, sentado, pensando, sin decir una palabra,
    sintiendo cómo sus ojos mi corazón abrasaban;
    esto y más conjeturé, con la cabeza apoyada
    sobre el terciopelo púrpura que iluminaba una lámpara,
    sobre el suave terciopelo donde no se sentará
    ella nunca, nunca más.


    Se volvió el aire más denso cual si hubiese un incensario
    que algún serafín meciese con tintineo en sus pasos.
    ¡Desgraciado! -me grité- ¡Dios con sus ángeles obra
    para que des una tregua al recuerdo de Leonora!
    ¡Bébete, aspira esta pócima para poderla olvidar!
    Dijo el cuervo: ¡Nunca más!


    ¡Profeta! –grité- ¡Profeta, más que demonio o que pájaro!
    Te haya enviado el Tentador o la tormenta empujado
    hacia esta casa encantada, por el horror poseída,
    ave osada, solitaria, yo te imploro que me digas
    si existe en Galaad un bálsamo con el que pueda olvidar!
    Dijo el cuervo: ¡Nunca más!


    ¡Profeta! –grité- ¡Profeta, más que demonio o que pájaro!
    Por el cielo que nos cubre, por el Dios que veneramos,
    dile a mi alma torturada si en el Edén que le espera
    podrá abrazar a Leonora, a la radiante doncella,
    a la que sólo los ángeles Leonora pueden llamar.
    Dijo el cuervo: “Nunca más”


    ¡Que tus palabras –grité- nuestra ruptura provoquen!
    ¡Regresa a la tempestad y a la plutónica noche!
    ¡No dejes pluma en memoria de tus mentiras horrendas!
    ¡Déjame en mi soledad! ¡Deja el busto de mi puerta!
    ¡Saca el pico de mi pecho, tu figura del portal!
    Dijo el cuervo: “Nunca más”.


    Y el cuervo sigue posado, posado sigue a la espera
    sobre ese busto de Palas que hay encima de mi puerta;
    y su mirada parece la de un demonio que sueña,
    y la luz de aquella lámpara su larga sombra proyecta;
    y mi alma ya de esa sombra, de esa sombra fantasmal,
    no se alzará nunca más.
     
    #13
    Última modificación: 18 de Diciembre de 2009
  14. Pedro Olvera

    Pedro Olvera Invitado

    Maravilloso comentario. Tienes mucha razón, Francis. En la temática y la estructura de El cuervo, a decir de Arqueles Vela, se encuentra el germen de la poesía contemporánea: de Poe pasó a Baudelaire, de Baudelaire a los simbolistas y de los simbolistas al arte en general: modernismo, surrealismo, etc.
     
    #14
  15. Francis Crozier

    Francis Crozier Poeta recién llegado

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    Así es Veramar, tú lo has dicho. Si a ello le sumamos, no sólo su aspecto novedoso (Poe iba varios decenios por delante de su tiempo), sino en lo que a géneros literarios se refiere: la fusión de lo poético, narrativo y también de lo dramático o teatral . Recordemos que Poe se ganaba unos dólares recitando el poema en cenáculos y reuniones de la alta sociedad, incluso, diría yo, que así quiso concebirlo desde el primer instante, haciendo uso del diálogo y del monólogo.
     
    #15
  16. negrojf

    negrojf Poeta recién llegado

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    Me gusta, me gusta; pero me gusta aún más "Las Campanas" o "El Gusano Conquistador". De todas formas este es el que más se "vende", sin ningún tipo de dudas.

    Un Abrazo.
     
    #16
  17. Pedro Olvera

    Pedro Olvera Invitado

    Muy bien. Para muchos críticos los poemas de Edgar Allan Poe son artificiosos en extremo, y quien tenga el mínimo conocimiento de lengua inglesa y otro tanto de su métrica sabrá que The raven, The bells y Ulalume son monumentos que parecen funcionar con engranaje de reloj para crear una melodía perfecta. Muchos siguen reprochando a Edgar por esteticismo decadente donde la forma supera a la esencia.
    Un término medio, para mi gusto, son los poemas Annabel Lee, Eulalie, To Helen y For Annie.
    Por cierto ese "Gusano conquistador" (Conqueror worm) se encuentra uno de los insuperables cuentos de terror del maestro Poe: Ligeia.
    Saludos.
     
    #17
  18. rafaelalizeero

    rafaelalizeero Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Creo que nunca había leido a Edgar Allan Poe, si lo hice fue en mis años de educación media, este poema me encantó, sus palabras me llegan al alma, lo leí con cierta rapidez pero vale la pena volverlo a leer con cierta paciencia y disfrutar su cadencia. Gracias emiled por publicar este poema. Un fraternal saludo.
     
    #18

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