El aliento del lobo

Anays arrancaba en silencio las raíces podridas
de Dios
cuando sintió en su nuca
el aliento del lobo.

Anocheció de golpe
en sus venas.

La cosecha de luz
fue tragada
por las fauces hambrientas
del tiempo.

Un erial anidaba en sus ojos
ausentes.

Anays espantaba a los cuervos
del olvido
con ramas de encendida nostalgia.
Descubrió que la verdad tiene alma
de arena,
que la arena
da frutos sombríos.

Se hizo un ovillo con la noche
y soñó
que podía destejer cada muerte
con la infancia en sus lágrimas.

 

Muy bueno Marla.

Y ese título me gustó mucho. Muy bueno. A veces crees que ese aliento viene a salvarte y te clavan los colmillos.

Tengo dos sobrinas, una se llama Anais, pero vive muy lejos, en R. Dominicana.

Saludos.

 

Precioso poema, Rosa. Los últimos versos son extraordinariamente conmovedores. Mis sinceras felicitaciones querida amiga. Un gran abrazo.

 

El aliento del lobo representa aquí la amenaza invisible de lo inevitable.

Muchas gracias por dejarme tus impresiones, Elena.
Anais es un nombre precioso, por eso lo escogí.

Besos.

 

Gracias, Luis. Me alegra de verdad que te haya gustado este poema.

Un gran abrazo, amigo.

 

Muy bello, gran clima poético en un melancólico pero hermoso poema, me ha gustado mucho amiga Marla. Abrazote vuela. Paco.

 

Muchas gracias, Paco. Me alegra que te guste.

Abrazo.