El concreto

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El concreto

El urbano espacio
tan rudo y finito
armados en concreto
sus muros y paredes
y en fríos dormitorios
descansan pesadillas,
los sueños entre redes
son vagos e ilusorios.

Elegantes tenedores, cuchillos y platos,
todos en concreto de tan altos quilates
con excelente precio, pero nada baratos
orgullo de sus dueños en los escaparates.

El tiempo, las horas, los coches,
los planes, la ropa, el calzado, la plata,
de fina hojalata y dorado envoltorio,
se exhiben mundanos son fino accesorio,
los pasos que pisan de cuero importado
con cuello y corbata muy almidonados
y los documentos de gruesos trifolios
junto a la vida que pasa y se atrasa
metidos cabrán en cualquier portafolio.

Las calles tranquilas en la madrugada
no se descuiden ni hagan paradas
por feroces pandillas están vigiladas
con balas, garrotes, también puñaladas,
que son el azote en las noches calladas.

Los amos del valle son más predadores
esquilman y agotan los trabajadores
sus sueldos se esfuman por alcantarillas
van muy perfumados, como el oro brillan
en coches muy caros no tienen reparos,
y son más ladrones que aquellas pandillas.

Vivir en lo urbano es peor que en la selva
las fieras dominan y el entorno respetan
no contaminan, ni talan ni queman
ni ríos ni lagos con su andar los secan.

Es modelo urbano tirar los desechos
el día con luces gastando energía
de noche los soles quedan maltrechos
con tantos neones donde los rincones
de intensos fulgores parezcan de día,
y millones de coches atascan las vías.

El agua es escasa, no llega a las casas
el gas es muy caro, el precio es descaro
la renta del móvil es primero lo acuso
no como ni bebo pero el chat yo lo uso
si pierdo la línea a vivir me rehuso.
Con todo lo urbano y todo el progreso
me voy para el campo y de allí no regreso.

 

Ciertamente querida amiga, cariños.

 

Gracias Mirea, por tus siempre alentadoras àlabras, besos.