El guante.

Aprendí la lección.
Seré auto-consciente.
Recuperaré mi memoria.
Caminaré de certeza en certeza.


No querré aparentar, ante los demás, algo que nunca he sido, neta y simplemente.


Puesto que antes se pilla a un mentiroso, que a un cojo.
Y bien, ¿ Cómo volver a mis raíces puras ?
A la habitación, a obscuras.
A ese castigo coherente.


En este firmamento en el que el mucho talento se reparte de corazón en corazón.


Porque en el fondo, estoy loco, y no sé qué pinto aquí, en este planeta Tierra.
Busco explicaciones, para prevenir, antes que curar; y evitar la guerra.
Me gusta la Sabiduría y profundizo en el conocimiento.
Y he llegado al fin de todas las dudas, en un laberinto muy extenso.


Más lejos que Siddharta Gautama, El Buddha.


Pero sólo sé que no sé nada, y que no tengo voz ni voto.
Ni manejo, ni gobierno, ni domino.
Y no exploto. No me da rabia; estoy entero.
Es mi aplomo: Me beneficia; me hace decente.


Prodigiosa es mi mente. Soy diamante. Le echaré a este mundo, el guante.


Otra broma.
Un acertijo.
Soy pasajero en el avión. Invitado. Advenedizo.
Uno que pasaba por allí. Un camarada. Un compañero de escuela universal. Un ser humano.


Mis palabras se las lleva el viento. Se disfruta a través de la obra. Lo dicho, bueno...


¿ Honorable ?
¿ Demostración de un sentimiento ?
¡ Son nuestros actos !
La verdadera inteligencia. Los discursos son mera teoría. Guante, ¡ Guante ! Lo pienso.

 

Mire mi querido amigo, mire que le tomo la palabra. Su primera estrofa es una demostración
de verdadera humildad consciente; y a la vez una reinvindicación de imagén colosal... ha des-
cendido de los cielos, y hoy por hoy... se muestra verdaderamente auténtico. Sabemos que tam-
poco es un santo.... Pero como se dice... a Dios rogando y con el mazo dando, de vez en cuando
no está nada mal; pero con simpatía, esa misma simpatía que cuando quiere desparrama y que
le ha dado un lugar en este portal. Y sí, es un caballero honorable con todas las letras; sino lo fuera
no hubiera elaborado este magistral poema. Yo en lo personal apuesto por mi amigo Nommo,
Tiene toda mi confianza y, al mismo tiempo todo mi respeto. Jamás dude de su autentica capa-
cidad.; yo le puedo asegurar que hay muchos aquí, que piensan como yo, como también claro.
tiene sus detractores, así como yo los tengo... Pero, cómo se demuestra lo que uno sabe... con el
trabajo continuo... en el día a día mi amigo, con humildad.. con respeto.

Lo saluda un amigo de siempre: El Gitano.

 

Gracias, camarada.
Usted es un genio de la lámpara maravillosa.
Me concede tres deseos: Ser aceptado, ser íntegro ante otro, y ser fiel a la misma causa.


¿ Cuál es nuestra causa ?


Nuestro propósito en la vida, es la evolución, y también, la euforia.
Porque así es el Universo.
Conseguir metas, cada día. O si no, a lo largo de la semana.
O en el transcurso de un mes.


Mi trabajo está disponible para todos.
Pero dudo de su carácter aleccionador.
Porque en persona, soy muchacho.
No soy hombre, propiamente dicho.


¿ Qué es el muchacho ?


Como la chica de la limpieza.
O la canguro de los niños, que los cuida, al marcharse los padres, a un concierto.
O sea, soy aprendiz por siempre.


Y claro que tengo límites.


El hijo del hombre, es así.
Divertido, informal, sabio, humilde, recio, viril, y quiere esconderse.
¿ Por qué razón ?


No da la cara. Pues porque no es cabeza de familia.
No es el representante de una tribu.
No es humano, en el sentido de ejemplar de la raza entera.


Es un espécimen que a veces, nada contra corriente.

 

Reflexivo poema, cada uno echamos el guante como buenamente podemos. Abrazote vuela amigo Nommo. Paco.

 

¿ Tú echas el guante, al mundo, Paco ?
Más bien, al paquete de tabaco.
Je, je, je.
No te comes el mundo. Tú te lo fumas.