El hombre

Huyen las horas hacia la frontera del no ser, hacia el futuro,hacia la brisa del mar,hacia lo que nunca volverá. Y el hombre es un monólogo -también dialogo para darse a conocer y saber quién es el otro-
En un impulso de trascendencia, en un afán de preguntas, en medio de este carrete de prisas, de cambio de mentalidades, de estructuras sociales hechas por el mismo, en medio de un río de voces: "descendemos al río y no descendemos; somos y no somos al mismo tiempo".

Ese hombre que a nuestro lado va con su libertad a cuestas, o preguntas incontestadas, desconociendo tal vez, que "la verdadera libertad sólo puede experimentarse desde dentro".Por eso, libertad es lo mismo que orden en un montón de contrastes que conlleva el coexistir; mientras que el libertinaje siembra "caos y negación," nebulosa. La libertad es un medio, no una finalidad en un pasado y un futuro que somos. Esos gritos de libertad, ¿no son adormecimiento de bobos?,
¿no son imán que atraen a los débiles de personalidad y criterio? ¡Cuánta máscara se esconde tras la careta de esa estampa externa, tras el figurón que nos rodea!

"Vivir es consumirse; es envejecer... la vida es ruptura, desgaje irrupción, revolución y rebeldía ante lo inerte. Lo vivo no tiene causa o tiene, en su organicación la causa suí", escribe el filósofo Pedro Caba. Psicopatología actual en el "stress" del andar moderno, en el borreguismo de quien se deja llevar por el dolón- dolón de una voz de sirena vacía en contra de su pensar. Y todo por no complicarse la vida, por no llevar la contraria ante el ángulo obtuso de la otra parte.

Somos efectividad locuaz, desaliento, dolor moral. El hombre del siglo XXI con sus estados de tristeza, de ansiedad, de incertidumbre, de afán incontrolado, de... Y vamos tras la fama, el poder, el dinero, el...Neurosis de la hora en que vivimos, del gamberrismo, del incivismo, del "hombre-masa" del que decía Ortega. En el tablero de la vida- sexy "el señorito satisfecho juega a hacer lo que le da la gana"

Huímos de nuestro "YO" y nos aturdimos con el griterío de la disipación -cine, radio, televisión, prensa, Internet...- Qué vaciedad de espejismo acá y allá. Y dicen los de edad: "cualquier tiempo pasado fue mejor". El hombre "vive constantemente sin vivir en sí", según Joaquín Xirau, para ser moderno tiene que ser hombre de acción que disloca fácilmente, que muda fácilmente de propósitos, de partido, de corbata o de mujer de chaqueta, de... "Lo mudable, lo exuberante, o original, lo que se adapta a los demás, a nuevas formas de vida, son los valores modernos y vivos" En la pluma de Tristán de Athayde. El hombre "angustia" o "peregrino" o "drama viviente" o "hambre de vida" o "impulso sexual" o "voluntad de dominio," en la mente de algunos filósofos, es el hombre que promete, que razona, que trabaja, que hipocrita, que politiza, que se dobla del lado que le viene bien o que le acaricia. Como para conocerlo ¿eh?

Tenemos hambre de felicidad, de valores sublimes, de placer material, de ideales, de gloria, de..., en medio de nosotros mismos "ondulantes o variados". "No somos más que mentira, duplicidad, contrariedad. No sólo nos ocultamos, sino que nos finjimos" (Pascal).

En una palabra: aparentar, figurar, representar... incensar también para que subamos como el incienso sin darnos cuenta de que "este mundo no es sino un puente. Pásalo, más no construyas en él su morada", como reza en la puerta de una casa de la India.

Nos sentimos insatisfechos, aburridos, -"el que no ama desespera"-, perdidos -"aquel a quien el amor no toca, camina en la obscuridad"- decía Platón. El hombre en la trayectoria del devenir tiene que aprender a amar, pero "amar es obra en despojarse por Dios de todo lo que no es Dios" como enseñaba San Juan de la Cruz. El hombre, enmarcado en una realidad que le hiere sus tímpanos el agudo sonido de los altavoces callejeros, o el retumbar de tambores, o la sirena de las bocinas, o la publicidad propagandística, pasa por dos etapas: una revolucionaria con sigo mismo y con las circunstancias sociales; y otra de carácter conservador, cuando ya la experiencia de los años ha domado los impulsos que cargaba dentro. Contestatarios y conservadurismo: ¿cuál de los dos...? hay que mantenerse siempre como se es y no con altibajos o máscaras en nuestras ideologías o actuaciones -¿veletas al viento?-

El hombre -puñado de nervios, egoísta, usura, inmoral..., máscara enmascarada-, sigue liado en el sofisma permanente de la "manga ancha". Sólo el que no es vencido, sino convencido -Ésta es la pedagogía que debe regir todos nuestros actos, materiales y espirituales: la del convencimiento y no la del vencimiento-, es el que se encuentra verdaderamente a sí mismo: en su libertad, en su verdad, huyendo de la mentira.

-Salvador- Granada, 13 de Junio de 2012.

 

tremendas verdades narrativas dejas,
el hombre emevejece y madura, es mas cuerdo, tiene mas experiencias,
adquiere sabiduria de la vida, no docta, esa ayuda pero no es todo,
la experiencia que da la vida, te forma, te llena de dolor y de tristeza ,
te hace como el acero cocido en el fuego de las penalidades que conlleva vivir,
el hombre moderno, esta envuelto en el consumismo, libertinaje, desaciertos,
trueques que cambian a como les conviene las leyes, vivimos tiempos dificiles,
tremendas letras sembraste desde tus inquitudes y claridades en desasosiegos,
un beso saludos con mis carinos

 

un abrazo de agradecimiento por leer esta prosa tan complicada filosóficamente. Salvador

 

Has respondido filosóficamente a esta prosa filosófica. Gracias. Saludos de cariño. Salvador