El niño de la calle

De entre sus ropas mugrientas

Un mendrugo de pan sacó,

Y sus manos temblorosas

Lo partieron y comió.


¿No es acaso una persona?

¡Ella no tiene valor!...

Por sus vestiduras rotas

No pasará al comedor.


Le regalan las migajas,

Se las dan entre un galón,

Y que se vaya hasta el andén,

O al quicio de un portón.


¿Dónde esta la caridad?

De la que hacen alusión,

El gobierno dándose ínfulas

De humano y santurrón.


Erradicar la pobreza

Se volvió una canción

Que se canta día, tras día,

Sin hallarse solución.


Son promesas y promesas,

En discurso o en canción,

Que andan el país entero,

Y de nación en nación.


Sigue el pueblo entretenido,

El siglo con su misión,

Y en el andén dormido

El gamín sin ilusión.


Vuelven a hablar del futuro,

De los niños con pasión,

Y aseguran que son ellos

Lo mejor en proyección.


Con los derechos humanos

Un patíbulo formaron,

Las vidas hoy ya son sueños

Que los artistas pintaron.

 

Un poema que pinta una realidad que conmueve ! Felicitaciones por este estupendo trabajo ! Un abrazo, compañero de letras.

 

Gracias Miguel por tu visita y halagador comentario, perdona lo tarde de mi respuesta, pero hacia mucho que no pasaba por el portal. Un abrazo.

 

Creo que en pleno siglo veintuno todavia hay pobreza,la indigencia de niños es una horrenda realidad,las pr omesas en democracia no llegan nunca a concretarse,esperemos que en el futuro
se construya una socieda igualitaria y libre,pero todavia no hay intenciones en los gobiernos de pergeniar un sociedad justa

 

Vivimos en un mundo diferenciado,ignoramos conscientemente la necesidad de hambre y si no lo ignoramos tampoco es que hagamos mucho (activamente)por cambiarlo.Ni la hormigas,seres ínfimos,se comportan así cuando ven a otra de su especie mal. Así es el ser humano(me incluyo).Un cordial saludo y buen poema.

 

Lisandro inbernizzi. Damari: Que pena con ustedes, por esta respuesta tan tardía, a sus valiosos comentarios. Un abrazo. Mayita.