El palacio de Carlos V en la Alhambra

Hola musador. No leí en su momento este magnífico (a mi pobre entender) soneto tuyo.
El tema de los popurrís arquitectónicos tiene tantas vertientes...
Es lícito decir me gusta o no me gusta en relación a la convivivencia de dos muestras arquitectónicas. Cuando decimos no me gusta generalmente aludimos a razones estéticas: No combinan bién. A poco que indaguemos casi todos estaremos de acuerdo. La controversia surge cuando hay que elegir entre la estética y la preservación de las huellas históricas.
Conozco ese palacio y conozco la Alhambra. Ciertamente el contraste no es agradable. Pero no destruiría ninguno de los dos. Ambos palacios son nuestra historia.
Tu soneto merece ser releído. Gustosa lo subo.
Saludos.
Jazmín

 

La verdad es que no creo que pases por aquí, Carmen, igual contesto con gran tardanza a tu comentario. No propiciaría la destrucción de ese palacio, pero sí me parece pertinente condenar la intrusión que significó en su época. Hubo en esa época posiciones diversas ante la cultura musulmana, la de Carlos V fue la prepotencia de las armas.

abrazo
Jorge

 

Jorge en este tema discrepo bastante contigo. Veo en tu soneto un cesgo muy negativo de la figura de Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico. Todo gobernante tiene sus luces y sus sombras, pero la figura de este personaje fue más excelsa que negativa. Impidió la caída de Austria en manos del Imperio Otomano y prácticamente de toda Europa. Y defendió los intereses tanto de España como los del Imperio, como debe hacer un buen gobernante. Fue un hombre culto, hablaba varios idiomas, y como buen monarca de su época defendió el catolicismo. Hay que pensar con la mentalidad de sus tiempos, no se debe juzgar a un hombre de hace casi cinco siglos con la de hoy. Cómo nos juzgarán a nosotros dentro de cinco siglos. Fue el último monarca que iba al frente de sus ejércitos en las batallas. Fue un hombre austero y se retiró del poder retirándose al Monasterio de Yuste, llevando una vida prácticamente monacal. Un abrazo.
Miguel.
P.D. El soneto, formalmente excelente.

 

No discutiré contigo este asunto de Carlos V, nos meteríamos en terrenos políticos. Respecto al asunto del palacio, ya me diste tu opinión en tu comentario anterior, y ya te contesté.
saludos
Jorge

 

Parece que el palacio y la irreverencia estética de su principal ocupante no fueron de tu agrado. Me han gustado esos de, "celda que custodiaba su linaje" y "cual ola salpicando consecuencias".

Abrazo

 

Gracias, Tommy. Sí, me sigue gustando esa ola que salpica consecuencias: es una imagen pictórica.

abrazo
Jorge