El Placer Domina.

Dulce tan dulce sudor de junio,
cuando la ropa en tu piel se pega,
y rompemos ayuno uno por uno,
algo el inconsciente nos ordena.

Esa manera de andar,
algo innato en tu persona,
te volviste un manjar,
de casi ser una monja .

El guiño que dejaste ver,
de manera intencional,
nos conectó a otro nivel,
y me puso a sudar un mar.

Estoy tan sucio,
dentro en el alma,
es algo mutuo,
que también te ata.

Decirlo ya es profano,
eres mi diva terrenal,
encarnas el pecado,
y llego hasta suplicar.

Casi por impulso,
es imperativo el tacto,
sigue girando el mundo,
y magnifica tus encantos.

Y a mí me incita,
todo lo prohibido,
quieres que repita,
murmuras al oído.

Estoy tan confundido,
pero tu lenguaje corporal,
permeo total en mis sentidos,
tan jugosa lengua puede quemar.

Tienes un amplificador,
que multiplica esta vibra,
cae la cruz otra estación,
y tú me pides que siga.

Háblame sucio,
pégame suave,
bésame mucho,
no dejes que acabe.

En plena demencia,
tan profundo trance,
te comes mi pena,
y vuelvo a adorarte.

Eres mi diosa ahora,
se ha resucitado mi fe,
idolatro cada zona,
y contorno de tu piel.

Se repite así este sueño,
cuantas veces has sido mía.
todo recato por los suelos,
y el placer que me domina.

 

No es para tanto.
Yo he superado esas fiebres.
Es la fiebre del Sábado noche.
La mujer es atractiva, hasta cierto punto.
En el cuál, todos somos alumnos de un colegio, que se llama Universo.
Y entonces, no hay tantas diferencias. Son mínimas.
Puedes besar a la novia, sólo una vez.
Es como comer chocolate puro.


En seguida, te sacias.

 

Bello e intenso poema que va del amor al deseo y viceversa. Me ha gustado mucho amigo Mike. Un abrazo. Paco.