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El poeta y su voz propia

Tema en 'Salón de Poetas y Prosistas' comenzado por Rho, 9 de Abril de 2005. Respuestas: 0 | Visitas: 1630

  1. Rho

    Rho Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    9 de Abril de 2005
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    Cuando un escritor comienza a dar sus primeros pasos en la poesía comete los errores comunes a todo poeta primerizo: el entrar en una especie de fascinación con sus palabras, el cripticismo, el abuso de metáforas e imágenes.

    La poesía se encuentra más cerca del balbuceo que de la escritura en prosa, consiste en la creación de sentido a partir del uso de las palabras, más que de la significación conceptual como se da en la prosa. Los comienzos del lenguaje estaban asociados al uso poético de la palabra. Ahí priman las figuras como la metáfora, la metonimia, etc.; mientras que estas figuras se tratan de disminuir al máximo en la prosa.

    Existió una escuela donde el simbolismo predominaba en la poesía, al punto de que este movimiento se llamaba así: simbolista. Borges a medida que iba destilando su escritura fue minimizando toda afectación intencional. Ahora recuerdo los consejos de Rilke a un joven escritor, donde le decía entre otras muchas cosas que siempre se remitiera a la verdad y nunca a las afectaciones. Borges escribió contra el abuso de las metáforas y las imágenes, en el uso poético. A pesar de que la poesía se acerca al uso de la palabra como imagen, el abuso muestra a un poeta afectado, un poeta que además de su destreza como escritor, quiere asegurar su éxito recurriendo a recursos espurios, a facilismos. Tal vez un ejemplo puede ayudar a comprender qué digo. Un cantante puede ayudarse de muchas cosas en la presentación de un tema musical, pero cuando se quiere apelar sólo a lo externo, como ser coloridos, ropas, cortes de pelo, maquillajes, más que al poder de su voz, todo se percibe como impostado. Cuando se apela a elementos ajenos a lo esencial, lo esencial queda tapado, muerto. Bueno, a veces no hay sustancia, y en ese caso se quiere tapar el ojo con afectaciones.

    Borges fue destilando su escritura a partir de la eliminación de todo lo que no fuera estrictamente necesario, la característica de la escritura borgiana es la economía, lo esencial, lo estrictamente esencial. Una gran autoconciencia de la escritura y una gran censura de todo aquello que pudiera ser adorno, afectación. Así, el valor estético de su escritura estaba dado por esos elementos, lo esencial se iluminaba al no estar enturbiado con nada.

    Este es el camino que siguen la mayoría de los artistas: destilar su estilo eliminando todos los elementos espurios que pudieran contaminar su obra. Claro, estoy hablando de una preferencia personal, de una valoración estética; preferencia que puede no ser compartida por todos; y que tal vez cambie en las generaciones futuras.

    Sin embargo, buena parte de los escritores maduros señalan esta dirección en sus obras. Parece como que la madurez literaria –y en cualquier rama del arte-, va de la mano de la verdad y de la esencialidad en el empleo de los recursos estéticos.

    Otro elemento negativo en la poesía, elemento que mencioné al comienzo, es el cripticismo. Éste se da fundamentalmente en escritores noveles. La poesía acude a veces a señalar un todo por una parte, a significar a partir de un paneo por varias imágenes, pero esto es válido cuando las imágenes empleadas pertenecen al grupo receptor. Se escribe desde el lector y para el lector. Escribir para un público español con elementos significativos sólo válido para los uruguayos, no tiene sentido. Por ejemplo, si en una cadena metonímica menciono el nombre de una marca de avena que sólo conocen los uruguayos, y que quiere simbolizar un desayuno, una época, una niñez compartida, está mal, pues los españoles no sabrán de qué se está hablando. El problema es que aquí, el escritor entra en una fascinación con sus palabras, suenan bien a su oído, y no le importa ser entendido, siente que ese cripticismo aumenta el valor literario de su poesía, cosa que no es así. Pero estas cosas sólo operan en los escritores noveles, no en escritores con experiencia.

    Abuso de imágenes y de cripticismo, señal de escritor novel.

    Escribir poesía no implica escribir para ser entendido por unos pocos, o por nadie; entender así la poesía implica que se está tratando de ser original, y uno no es original trampeando, es original cuando tiene una visión madura de las cosas, cuando ha logrado desarrollar un punto de vista personal. Querer mostrarse original es señal de inmadurez y de no tener un punto de vista original y propio.


    Todo creador principiante hace las mismas cosas, no está mal, con el tiempo sí irá siendo más sincero, la famosa impostura de los artistas sólo señala inmadurez, y no una característica inmanente al arte. Cuando uno desarrolla su propia voz, ya no requiere de afectaciones, es más, trata de eliminar todo lo accesorio que pudiera empañar la nota personal. Despojarse de lo accesorio constituye el camino recorrido por los grandes artistas.

    Cuando la voz propia comienza ser escuchada, ésta ya no podrá ser negada de ninguna manera, en ese momento nació el artista verdadero, en ese momento nace el arte, pues el arte constituye en la expresión de la voz propia, del punto de vista personal. Pero para que esto pueda ocurrir se requiere de una aptitud innata para la expresión en alguno de los campos artísticos, y un desarrollo pleno del propio mundo personal, cuando las voces ajenas se callan en nosotros, cuando nuestra voz no se deja tapar por otras, ahí comienza nuestro arte. Todo arte constituye un punto de vista personal, un punto de vista puro, plenamente formado, total. Existe un mundo borgiano, un mundo shakpereano, un mundo mozarteano –o como se escriba-. Sin este mundo personal, el joven artista siente que sólo puede apelar a las clásicas afectaciones. El tango no se creó para cantar la fuga de la mina con el mejor amigo, creer que la poesía es para llorar las desventuras es un gran error. Pero los primeros exponentes en una rama artística, pueden dejar su impronta, impronta que podrán cambiar los artistas más creativos que se sumen al arte. El medio artístico, a pesar de su importancia, es siempre secundario con relación al mundo personal del artista. Claro, según lo que el artista necesite expresar, será el medio elegido, pero al final el artista termina por integrar medio y contenido.
     
    #1

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