El Secreto

De la noche, lo más importante,
Es permanecer distante,
Para que la piel se despegue
Del asqueroso ruido.

A mí no me reclamen,
Las piedras también se aíslan,
Cuando en silencio denuncio
Su actitud pusilánime.

Intenté pactar con los retratos,
Conocer los olores pasados
Y olvidarme del hedor a smog…
Pero hasta los fantasmas se han cansado.

Continúa mi cuerpo postrado
Ante la sucia sociedad,
Tal vez me hayan domado,
Pero la verdad…
Me la oculta mi edad.

 

Es difícil que nos domen porque siempre habrá algo intrínseco de nuestro ser que nadie puede arrebatarnos, quizás esa es la principal razón de vivir, que cada uno somos muy diferentes de los demás aunque los demás pretendan adueñarse de nuestra sencilla vida, bello poema Pedro, me gusta como escribes, vas más allá de lo meramente cotidiano, en eso consiste la originalidad, un abrazo muy fuerte Pedro, besitos

 

¡Hola Pedro!

La libre determinación de los pueblos no existe; la voluntad humana está sometida a los dictamenes del imperio; solo una decisión valerosa de la juventud podrá cambiar la historia de la humanidad; buenos versos.

Sigifredo

 

Muchas gracias por tu opinión Mayca, cada uno tiene su esencia, que es lo que nos diferencia a todos, y todos debemos luchar por destacarnos, pero ahora parece que la gente se esfuerza más por unirse al rebaño que por marcar la diferencia. Saludos y un abrazo .

 

Muchas gracias por tu comentario Sigifredo, "la voluntad humana está sometida a los dictámenes del imperio" es la pura verdad, y ese imperio es tan poderoso que se necesita una rebelión casi mundial para tumbarlo. Saludos.