El viejo jardinero

La ambición y la codicia... siempre pasan su factura.
Hermoso cuento, un placer leerte.

 

La envidia que mala consejera es, todos en algún momento la hemos visitado.Buena obra literata amigo, nos has dejado.GRACIAS Y ABRAZOS

 

Qué tema Dulcinista, hay que ver que el joven en el fondo deseaba que se muriera para coger su puesto y mira como es la vida, al final no fue como se esperaba, bella prosa con una gran lección, todo está escrito, un abrazo fuerte amigo, besitos

 

Parece que el joven Luther murió de envidia. Sentía envidia hacia su maestro

así son las cosas de la vida, amigo

te dejo estrellitas

 

Dulcinista, me ha gustado mucho tu cuento; me ha dejado ese agradable sabor reposado de una historia con esencia. Algunos centran su vida en proyectos vacios en vez de vivir cada uno de sus dias de forma plena, significativa.
Te felicito.

 

Lamentable que ocurran estas cosas cuando los años ya no nos permitan ver la maldad en los ojos de los hombres que intentan trepar a costa de lo que sea, pero como vulgarmente se dice, el tiempo suele poner las cosas en su lugar.
Como siempre amigo tu escrito es una denuncia al egoismo humano, que tanto pulula en estos revueltos tiempos. Mis estrellas y mi beso de mar. Mona Lisa

 

Una sopa de su propio chocolate, lo que no quieras para ti no se lo desees a nadie, excelente amigo que otra cosa puedo decir
muy bueno y siempre en avance, mis estrellas.

 

La ingenuidad nos hace mucho más felices que el retorcimiento, el amor nos protege de la muerte........... Me encantó, dulci.
Besos.

 

Me ha gustado tu prosa, tiene muchos mensajes, pero te cuento que a mi me hizo recordar una etapa de mi vida donde me tocó aprender de un maestro.

Una de las cosas maravillosas de compartir con alguien que conoce de su profesión y tiene sabiduría que se gana con los años, es que se aprende muchísimo. Me hiciste recordar mi época de saltamontes y aunque ahora sigo en un continuo proceso de aprendizaje, también me ha tocado enseñar. Ambas cosas te llenan de vida.

Un placer leerte

Saludos

 

Muchas gracias por la amabilidad de tu comentario, amiga Rosa. Besos.

 

Gracias, amiga. Un saludo.

 

Mi estimado Razanobu, tus comentarios son sublimes como siempre. Siempre he pensado que al final cada uno recoge lo que siembra. Un fuerte abrazo.

 

Mi querida poetisa, su negra alma no se merecía una tumba florida, pero así era el viejo jardinero, jajaja. Besos.

 

Muchas gracias, mi querida Alicia, me alegra que te haya gustado. Besos.

 

Mi querida poetisa, la envidia no descansa nunca, el envidioso siempre encuentra qué o a quién envidiar. Besos.

 

Mi estimada y querida amiga, algunas veces es dificil desentrañar los sueños, y su significado sólo queda patente una vez cumplido. Te mando un fuerte beso.

 

Es muy hermoso tu comentario, mi querida Elisalle. El viejo tenía un alma pura y bella, al contrario que el joven aprendiz. Besos.

 

Sin duda el viejo jardinero tenía un corazón de oro,
muy interesante tu relato,nos presentas a un joven que se apoya equivocadamente en su juventud y en la senectud de su maestro para conseguir lo que él considera su felicidad,
la desgracia de unos es la dicha de otros,
me alegra que esta vez acabe tu cuento con final feliz para quien se lo merece,le cogí cariño al viejo jardinero desde el principio.
Un abrazo.

 

Cierto mi querida amiga, la ambición y la codicia terminan pagándose. Besos.

 

Cierto mi querida poetisa, la envidia anida como ave carroñera en la mayoría de los corazones. Besos para ti, y gracias por tu comentario.

 

Hola, después de haber leido tu interesante cuento, me queda el fin de semana para reflexionar acerca de lo que son los sueños y ciertas actitudes humanas... Grato leerte saludos y estrellas
¡SONRIE

 

Cierto mi querida Mariluz, la envidia y la ambición fue lo que lo mató. Besos y gracias por adentrarte por la senda de mi escritura.

 

Gracias amigo por adentrarte por la senda de mis escritos. Te mando un abrazo.

 

Mi estimada Conxa, gracias por tu fidelidad con mi escritura. Tienes razón, el tiempo y cierta justicia llamésmole divina, algunas veces pone a cada uno en su lugar, en éste caso, la tumba. Besos para ti.

 

Muchas gracias mi querida ranula por tu comentario. Es lo que se merecen este tipo de personas, pagar por sus maldades. Besos para ti.

 

No me cabe la menor duda de que el ingenuo es mucho más feliz que el malvado. Besos, susi.

 

Hay que saber apreciar la experiencia para aprender de ella, y sobre todo nuestros actos los debe de dictar el amor, sólo el amor hacia los demás nos hará felices. Besos para ti.

 

Excelente prosa,querido dulcinista, he disfrutado mucho leyendo estas lineas que invitan a meditar sobre nuestra conducta, en lo tan efímero de la vida. Te felicito, ameno y grato el paseo en este espacio tuyo, abrazos.

 

Muchas gracias por tu comentario, mi querida poetisa. Me alegra que te haya gustado. Besos.

 

Hermoso cuento. Gran contraste entre el afecto sincero del anciano y la interesada hipocresía del joven. Hace reflexionar. Gracias por compartir. Estrellas para tu obra.