El vuelo de la libertad I- (La libertad del viento)

La libertad del viento

Existen esas noches
en que ya no hay reproches,
noches interminables
en que, presa de anhelos insondables,
dejas atrás tu cuerpo, liberada,
nunca más silenciada,
absuelta del dolor,
tu grito es un clamor
que el viento enamorado te responde,
y al dejar que te ronde,
sientes la irrealidad de sus destellos,
sus dedos desenredan tus cabellos
y tiemblas al notar que un soplo leve
agitando tu falda
se cuela por tu espalda
e inventas vendavales de pasión.
Te dice el corazón
que él podrá liberarte del estío,
de ese tiempo baldío,
en que día tras día te marchitas
y es entonces que gritas:

Ven, llévame contigo,
que quiero ser testigo
de tus muchas andanzas
y plegada a tus danzas
sentiré con tu aliento
"La libertad del viento"


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Que va Sergio, para ti esto es "pan comido ". Tienes mucho que decirnos y el arte de decirlo con la belleza de un experto e imaginativo sonetista.
Estaré pendiente de tu entrega.
Un beso,
Isabel

 

Caramba Charlie, ¡menudo comentario!. Si dieran premio por eso lo tendrías hace tiempo. Yo también creo que ese es el engaño de esta sociedad, para un mejor vivir has de trabajar más, y eso es una jaula de oro, quizás, pero jaula, que nos genera estrés. Es como una trampa...piensas que un día serás libre y ese deseo de libertad nos mantiene vivos, pero también nos encarcela.

Con velas desplegadas, con viento y mar en el rostro, dejarse invadir por ese sentimiento inherente de libertad, como parte esencial de nuestro ser...¿Y quién no querría viajar con el viento?

"de hecho, esta debe ser una de las metáforas más antiguas y hermosas de la historia de la humanidad isinha, nacida del primer viaje del ser humano a través del mar. solo podemos imaginar la envidia que sentían aquellos hombres del viento llegando a la otra orilla, y nuestras ansias por seguirle. por alcanzarlo, y ver lo que había más allá, delante de los ojos."

Gracias Charlie, para guardar son tus comentarios, los de hoy, los de ayer, los de siempre.

Salud, pues

 

Querida Camy, qué alegría encontrarte de nuevo aquí, dejando la belleza y la calidez de tus comentarios. Como ya hemos hablado, no puedo hacer mis poemas desde fuera de mi, tengo que ser parte del viento, saborear su libertad.
Gracias por esa mirada tuya tan generosa que siempre tuve la suerte de tener al otro lado, que tanto me aporta y me sirve de aliento. A lo largo de la vida, siempre encontramos almas con las que empatizamos casi de inmediato, que parecen estar hechas de nuestra misma materia. Creo que aquí hemos coincidido como en un puzle partes de una misma esencia. todo un lujo.
Gracias por tu cercanía.
Un abrazo grande, con todo cariño.
Isabel

 

Gracias a ti Eva por permanecer aquí contra viento y marea, regalándonos la belleza de ese vuelo poético que tu practicas con maestría.
Un fuerte abrazo.
Isabel

 

Si, así es querida Luciana, esa nada del viento es también nuestra esencia, somos parte de esa "nada" ...Lo que realmente es extraordinario es lo que nos hace sentir el viento, y como se despliega la imaginación.
Gracias.
Un abrazo, con afecto.
Isabel

 

Mi querida Isabel, siempre llenan de gozo tus comentarios, te adentras en lo hermoso del ser humano, y libertad suena en tu voz como un milagro. Gracias por sembrar bondad en la palabra, por llenar de luz este espacio.
Un fuerte y cálido abrazo.
Isabel

 

Con gran lirismo le cantas al viento esa libertad que tiene para llevar sus mensajes alrededor del mundo y nos compartes lo feliz que te hace sentir su aliento. Un emotivo poema, estimada Isabel.

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Gracias, estimado Marcos, siempre es para mí una enorme alegría tu generosa opinión, en este cálido comentario, una suerte tenerte aquí desde siempre. Gracias también por tu apoyo.
Un abrazo.
Isabel

 

¡Alonso! qué bueno que estés de nuevo aquí. Si, el viento que nos envuelve y nos late por dentro...nadie como conoce la libertad, cuánto sabe el viento de libertades, es un viajero universal.
Ojalá nos dejes una vez más una de esas inspiraciones tuyas, tan hermosas.
Un abrazo, Alonso, el placer es mío por tu presencia.
Isabel