Elegía a Miguel Hernández (Soneto con estrambote)

¡Que adusto queda el surco del barbecho!
¡Con que anhelo espera el sol de mediodía!
Descarnado, bajo el frunce de la estría,
sobre la tierra, túmido y derecho.

Mi corazón está así a cada trecho,
en el légamo embarrado yo diría,
por la pena de una muerte tan sombría
y que habita en el silbo de mi pecho.

Tan negro como el luto de tu lecho
es el toro que embistió tu lozanía.
Toro negro y escarcha. Tú insatisfecho

¡Cuanto dolor de lunas y despecho!
¡Cuantas lágrimas de ausencia cada día!
¡Cuanto surco de sangre sin provecho!

El Franco dictador murió deshecho
entre sus miedos, miserias y agonía.
Cielo y escarcha Miguel. Tú satisfecho.

PepeSori
SafeCreative
junio2018
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Muchas gracias amigo! Miguel Hernández el mejor poeta español de todos los tiempos (para mí claro)
un abrazo

 

Que te he dicho https://books.google.com/ngrams/graph?content=túmido&case_insensiti yo prefiero tumefacto.
https://books.google.com/ngrams/graph?content=túmido,+tumefacto Que te he dicho, horas de satisfacción.

Y ahora hablando en broma algo que mucha gente desconoce, si el dios Osiris pesara en su balanza las dos almas la de Miguel y la de El Franco por saber quien tuviera mas maldad estarían a la par y el monstruo hecho de despojos Ammit se daría con los dos un buen hartazgo. Reconócelo, he estado muy fino y comedido, menudos dos pájaros de cuenta, sé cosas de paquito y miguelito que no creeríais.

El Franco dictador murió deshecho​

entre sus miedos, miserias y agonía
y el pecho de Miguel de neumonía.
Juntas están sus dos almas de barbecho
pudriéndose en el infierno en su afonía.
Estas de buen año a fe mía, le diría.
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