En el cumpleaños de mi amada esposa

En el cumpleaños de mi amada esposa

¡Tengan todos buenas tardes!
Y sin hacer tantos alardes,
con ganas de gozar un poco
sin exagerar tampoco...

Pues es un día especial,
para mí y para ella,
porque no hay mujer más bella
de aquella que es sin igual.

Y fui cierto afortunado
si me la donó el destino,
si la encontré en mi camino
y me tiene enamorado.

Hoy un año más cumpliendo
tú lo haces muy bien sabiendo
cuanto afecto te tenemos,
con cuanto amor te queremos.

Estamos aquí por ti juntos,
quién cercano quién distante.
Y aunque sea un sólo instante
hace un alto en sus asuntos...

Yo te hice tantas promesas
que aún restaron por cumplir.
Del millón de las primeras
una o dos por bien seguir.

Más dime si he faltado
al juramento que di.
¿Sabes? Digo más callado
que en los versos que escribí.

Diste mujer ¡lo mejor!
¡Unos hijos! ¡Los más bellos!
¡El desvelo de tu amor!
¿Yo?...¡Perdí tantos cabellos!

Hoy sus caricias florecen...
¡Si! ¡Mano a mano que crecen!
Y hemos por fin comprendido
cuanto así se nos parecen.

Si en la vida no hay mayor
alegría que al amor
cantarle a voz llena
por la felicidad plena...

Y brindarle al mundo entero
todo de este amor sincero.
Más, ahora que es tu día
en que tú eres la alegría...

¡Si! Brindemos por tu suerte
y este amor inmenso
por tu corazón intenso
¡Nuestra razón más fuerte!

Y aún me dices si mereces
de todo cuanto te di...
Me diste más y con creces
¡¡Que solo vivo por ti!!