en estos dias aciagos

tiendo a rememorar
gran parte de mi juventud
que adoptò la forma
de danzas y bailes profundamente desenfrenados
por no decir desbocados
que se desencadenaban por las noches generalmente
como un vicio irrefrenable
que transforma al adolescente
en un balde agujereado y vacìo

el pernicioso vicio del cigarrillo
con las consecuencias que ello conlleva
y sus percances inesperados, para empezar:
catarros intolerables y predisposiciòn a toda clase de cepas gripales
en especial, durante el invierno
que, como una masa neblinosa,
tiende a derramarse o extenderse sobre toda la ciudad
como una especie de gelatina
que avanza imparable
como una clase de masa viscosa
que se aproxima ineluctable:
como un tipo de forma inexplorada
cuya soluciòn es, por el momento, inalcanzable
para los especialistas màs diversos y coherentes
como si no se tratara de un noticiero o informativo televisivo
sino de una pelìcula de ciencia ficciòn
de los años 50
clase B

ello no impide, por supuesto, las clandestinas festicholas
durante la madrugada
o a altas horas de la noche:
bailes electrònicos
y toda clase de drogas y bebidas alcohòlicas
que hacen que te tambalees y camines en zigzag
por las calles somnolientas y noctìvagas

en ese trajìn, las ladies, a pesar de ellas mismas, suelen orbitar como carnadas
y fungir como anzuelos en honor de los incautos
que se dejaràn sonsacar
hasta el ùltimo centavo
que ya no tienen

"se vendiò hasta lo que no habìa", afirma, impertèrrito, el dueño de dicho local
mirando a las càmaras de televisiòn, su boca apuntando al micròfono,
sin movèrsele un solo cabello,
sostenido por la bella notera de turno
pronto catapultada a panelista profesional
en el programa de chimentos de moda
de lunes a viernes de 11 a 13 horas
por este mismo canal

mientras tanto, la policìa procede a expulsar del establecimiento
a los infractores que van saliendo en fila
en forma totalmente ordenada
aunque nunca falta alguno
que insiste en rescatar un vinacho
ante la mirada absorta
de los suboficiales,
los representantes del estado

todo ello y mucho màs
en estos dìas y noches
bàsicamente
aciagos, luc
tuosos

 

Deberíamos habernos quedado en casa de noche mas a menudo, nos contaron muchas mentiras.
Y nos las siguen contando.
Felicitaciones