Encandilada

Eres tan hueca, tan vacía, tan oscura,
que la luz te obnubiló con su brillo,
te dejó encandilada,
tanta luz lo que hizo fue cegarte.

No fuiste capaz de asimilar
el baño de las aguas cristalinas
que lavaban en ti todo ese lodo;
la pureza, la limpieza,
te fastidió al momento.

La paz, la calma, ese silencio
que vienen después de la tormenta,
no ayudaron a mejorar tu vida.

Volviste como el puerco al fango,
a revolcarte en el lodo, en el vicio;
bien dicen que: “La cabra al monte tira”
“Y una vez más razón tuvo el refrán”
como lo canta el tango.

 

Grata lectura, buen día.

 

Interesante relato, versos sufridos.
Un placer leerte.
Un abrazo fraterno.

 

Acnamalas: Grato es para mí tenerte de nuevo por mi espacio. Un abrazo.

 

Jalvarez_Delgado: Que bueno que te haya parecido interesante, muy grata tu visita. Un abrazo.