Eneas

Fue un cañón el trueno de estío
que al barco hacia el risco lanzó.
¡Desguaza, Neptuno, el navío!
Bien sabes, tu padre te dio

un don minucioso de muerte.
El mar será tumba insondable
del hombre que tu ego divierte
y es libre de un dios deleznable.​

Objetivo:

Desde cuartetos y serventesios como mínimo hasta un máximo de 14 versos (para poder acomodar sonetos) y en rima consonante, se desea iniciar un hilo dedicado al eneasílabo, aquel olvidado hermano menor del monarca de la métrica de arte mayor española, el endecasílabo. Nos ha dado poemas y cantares muy bellos desde la era medieval (¡y cómo olvidar aquel mucho más reciente “Juventud, divino tesoro” de Rubén Darío!), y sin embargo casi ni se le observa. El hilo, al estilo del de la lira, ha de mantenerse usando como rima para el verso inicial de nuestro aporte la del verso de cierre de la entrega que le precede. He dejado uno arriba para quien se anime con esto, pero antes...

Breves notas y ejemplos

Hay varias clases de eneasílabos y aquí dejo los ejemplos correspondientes:

Anfibráquico (2-5-8)
(Rubén Darío)

Y al ronco mugir de las olas
la noche con su lobreguez;
y el trueno que es selva en los aires,
¡me encanta y embriaga a la vez!

Trocaico (acentuado en las pares, al menos en la secuencia 4-6-8):
(Rufino Blanco-Fombona)

...una visión azul de aurora,
una visión azul de mar.

...porque no besan las blancuras
de un perfumado seno en flor.

Iriartino (acentuado en la tercera y a veces en la sexta también, además de de lógicamente la octava)
(Tomás de Iriarte, si bien el ejemplo es con rima asonante)

...dando estaba conversación
...un paraguas o quitasol.

Y, en la lengua que en otro tiempo
con la olla el caldero habló,
a sus dos compañeros dijo:
¡Oh, qué buenas alhajas sois!

Laverdaico (es, en definitiva un yámbico “vaciado” en la cuarta: 2-6-8)

(Esteban Manuel de Villegas, un ejemplo en blancos)

vecino de la verde selva,
eterno del abril florido,
aliento de la madre Venus,
céfiro blando.

Mixto (3-6-8, como el segundo y el tercero a continuación) en combinación con otros:

(Rubén Darío)

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro
y a veces lloro sin querer

A diferencia del endecasílabo, muchísimo menos se ha escrito sobre el eneasílabo acerca de potenciales incompatibilidades rítmicas intraestróficas, de modo que experimentemos y mezclemos si nos suenan bien al oído en conjunto.

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Revisión, 14/7/23

No parece sencillo encontrar algo extenso acerca de las compatibilidades rítmicas entre los diferentes tipos de eneasílabos. Dejemos por un momento de lado los cinco que define Caparrós [1]: anfibráquico (2-5-8), yámbico o trocaico (2-4-6-8, e incluyendo el 4-6-8), laverdaico (2-6-8), iriartino (3-8) y mixto (3-6-8). En base al largo de los pies, podemos sospechar cuáles pueden ser compatibles entre sí. Sin embargo, intentemos proponer algo más exhaustivo. Empecemos entonces viendo lo que originalmente propuso el escritor y filósofo chileno Eduardo de la Barra Lastarria en el siglo XIX para los endecasílabos [2], y dejemos el tema de los eneasílabos acentuados en la quinta para el final.

Si quisiéramos establecer una analogía con el eneasílabo para proponer compatibilidades rítmicas, para evitarnos el tema de potenciales acentos antirrítmicos (al menos hasta que uno se sienta muy cómodo con los “eneas”), podemos empezar por:

A) descartar los marcados en rojo en la figura de abajo.

B) Luego, notemos que en los endecasílabos, no hay nada especial ni en la novena sílaba en la tabla (siempre vacía de acento), ni en la décima (que lleva obligatoriamente el acento estrófico). Si además eliminamos aquellos que no estén acentuados en la octava sílaba, dado que eso sería obligatorio en el caso de los eneasílabos, se podría proponer lo siguiente de compatibilidad rítmica para los eneasílabos no anfibráquicos (el panel de la derecha de la figura es enteramente una propuesta de este servidor):​

​

La lógica fue la siguiente: si con los endecasílabos se admite tanta diversidad entre los diferentes largos de pie, a priori el mismo principio se debería aplicar para los eneasílabos.

Ahora vayamos al tema de los eneasílabos acentuados en la quinta sílaba como acento interno principal o “pivot”. Al oído, se advierte que mezclarlos con cualquiera de los de la última tabla no nos suena del todo bien. Pareciera ser análogo al caso de mezclas de dactílicos con, como mero ejemplo, heroicos en el caso de los endecasílabos.

Caparrós nos señala entonces al anfibráquico como una clase aparte (2-5-8), pero en principio si se respetase a ultranza el mantener la quinta acentuada, se podría en principio especular, usando el mismo criterio de compatibilidad y diversidad en el largo de los pies aplicado anteriormente, que los versos del tipo 5-8, 3-5-8, y 1-3-5-8 deberían ser compatibles con el eneasílabo anfibráquico. Habrá que ver cómo suenan.

Se agradecerá cualquier opinión experta y esclarecedora al respecto.

1. José Domínguez Caparrós, Diccionario de métrica española. Madrid: Alianza Editorial, 2004.
2. http://sobreartepoetico.blogspot.com/2012/10/tipos-de-endecasilabos.html

 

Pues, humildemente, creo que le ha quedado de perlas. No es sencillo, creo, acomodar la cabeza auditivamente a este tipo de verso raro. El reto creo lo resuelve con creces.

Es interesante el efecto auditivo, creo, cuando se confeccionan (varios de ellos) acentualmente "plenos":

Cadenas rotas tiene en mente
cual llama viva un pueblo esclavo.
¡Que un sable tiña, en aire bravo,
con tonos rojos de poniente

al pecho hostil, de honor ausente!
Si paz indigna es un centavo,
mendrugo seco, el propio clavo
de tanta cruz que vio mi gente,

¡entonces muero libre, altivo
en cielo y tierra emancipados!
Si esto no fuese un gran motivo,

¿qué vale un hombre medio vivo,
sus ojos tristes y apagados,
orgullo inerme y rostro esquivo?​

 

Sin saber por qué yo pervivo,
no hay motivo ya, se ha acabado
todo ese luchar malhadado
pues ahora yo solo escribo.

Y sin embargo amo y cultivo.
Te tejo guirnaldas muy rojas
que quisiera tú las recojas
tal vez eso te ponga activo.

Te acuerdes de mí, de ese tiempo
aunque ahora sea a destiempo
volver a soñar con historias.

Será una ilusión tan vacía
para entretener algún día
el agrio terror a las norias.
​

Me ha costado, el ritmo es difícil.

 

Coincido contigo, Luciana. Es un metro que nos saca de nuestro “nicho de confort”. Fíjate un detalle tal vez notable; además del ritmo análogo al endecasílabo heroico, híper-yámbico del último que escribí, el ritmo anfibráquico (oO-ooO-ooOo) parece resolver mucho auditivamente. Lo que ocurre, reitero, es que de las potenciales imcompatibilidades rítmicas intraestróficas en el eneasílabo se ha escrito prácticamente nada. Supongo que hay que entenderlas en base a los pies. Si se escribe, por ejemplo, algo enteramente anfibráquico, el ritmo es inapelable, pero a riesgo de sonar machacoso. Veamos, y siguiendo el hilo:

Un triste girar de oratorias,
matiz de sofista alocado,
ofrece un político airado
carente del don de memorias.

¿Será senectud, villanía,
follón maquiavélico, chanza,
o falsa promesa en la panza
que el pueblo famélico ansía?​

 

Detrás de la nube sombría
que solo resguarda secretos,
tesoros que son amuletos
misterio de gran cacería.

Guardados en raros objetos
historia ellos van revelando,
figuras y formas contando
de un viaje al pasado, boletos.

***​

Me uno a ustedes en un primer intento

 

Recuerdo febril y concreto
despierta el anís de este río,
confluyen la paz con el brío,
velada en canoa, completo.

De tiempo y quietud, el magneto
intenso de noches ansío,
la suerte, el anhelo, el vacío,
sosiego, y de ardores inquieto. ​

Me costó un montón, pero me encantó.

 

Isla, José Luis:

Respondieron con anfibráquicos y finos simbolismos. ¡Muy buenos les quedaron!
Sigo, dejando uno en iriartinos/mixtos para seguir explorando.

Un gran saludo cordial.

Manejaron el duro reto
en soltura y con tal destreza
que en honor le echaré cabeza
a iriartino y frugal soneto.

Y tal vez me saldrá cateto,
muy escuálido, alguna pieza
extraviada y sin gran belleza
cual de Iriarte, elegante, escueto.

Los tercetos les privarán
a poquitos del sexto acento,
viendo al ritmo frenar un poco.

Enseguida rematarán
las estrofas del raro cuento
que nos hace romper el coco.​

 

Por Heracles el viento toco
que me lleva veloz y crea,
hasta el mito de la que es rea
y la cierva de Cerinea.

Escapándose yo lo invoco
a este viento para que sea
el custodio por siglos, tea,
¡libertad de la que convoco! ​

 

Variando, dentro de las pares...

A Lerna, por si fuera poco,
nos vamos con Heracles ya.
“¡Esa serpiente morirá
porque al Olimpo yo convoco,

y el policéfalo flagelo
valiente decapitará!”
Quién soy, quizá, preguntará.
Yolao soy, y mi consuelo

es que mi tío cumpla el curro
que diera el malo de Euristeo,
pero en la ciénaga es que veo
que ese monarca es un cazurro.
​

 

Mirando para hablar, incurro
mostrando pensamientos claros,
dejando alumbrar como faros
jugando a desmentir, susurro.

Buscando por el mar me aburro
atenta en escuchar disparos,
correr para escapar de avaros
fugaz al despertar transcurro.

Los que van reflejando el alma
brillantes como las estrellas,
los ojos que yo busco y mido.

Por ser los que transmiten calma,
pintando de imborrables huellas,
es donde se calienta el nido.

***
Aquí otro intento, Saludos ✨

 

Me has convencido que la mezcla de laverdaicos y yámbicos en general producen un ritmo firme y suave a la vez. Muy bueno lo tuyo.

 

Una gran iniciativa, estimado Ermenegildo; muchas veces me he preguntado porque lechugas no escribo eneas. Detecto, pero, que el verso puesto de ejemplo como mixto no es un 3-6-8, si no un 3-5-8.

Me ha costado un buen rato, pero ha salido algo en claro; tiene unas tonalidades rítmicas muy particulares el enea, me está gustando como suena.

En la memoria existe un nido
donde habitan ignotas aves
que se nutren de lo que sabes
al darte a beber del olvido.

Si aguzas atento el oído
escucharás sus cantos graves
que usando sus siniestras claves
atraen a quien se ha perdido.

Teme su furia inmesurable
si te hallas en esas regiones
donde permanece inmutable
el recuerdo de las acciones

de aquello que fuera evitable
mediante otras decisiones.​

 

Adornan los verdes limones
el árbol en alta pradera
al lado de nuestra bandera
debajo del paso de aviones.

Con vista a la calle naciones
está la avenida Valera,
funciona de zona hotelera
los días de asuetos mayores.

Son muchos los años vividos
recuerdos que quedan grabados
huyendo de amores perdidos.

Olores jamás olvidados,
lugares que están adheridos
y en los corazones anclados.

***
Aquí seguimos...

 

Buen detalle que se me hubo de pasar por alto. Ahora lo modifico, gracias y gracias por el aporte.

 

Momentos de tiempos pasados,
aquellos que no volverán,
y siempre en la mente estarán
luciendo en sus antros, guardados.

Jamás pueden ser ignorados
y siguen ahí con afán,
ya que esas vivencias nos dan
minutos que son adorados.

Y es que del recuerdo se ha dicho
que se hace presente la vida
cual una eclosión de su nicho.

Que es algo que tiene cabida,
y no solamente un capricho,
más bien la emoción repetida.

Seguiré intentándolo.

 

Las muecas extrañas, partidas,
que en el silencio llegan, vamos,
reúnen dos fuentes, cantamos
sobre el querube donde anidas,

palabras que caen, erguidas
del estribillo, leves ramos
y flores dispersas en tramos,
en esa sed de jungla, ardidas.

Las fieras de parques en vilo
con los bosquejos, pie de guerra,
miseria y riqueza en la tierra.

Con aquel hambre que sotierra,
el fuego nocturno y su filo
son la marea en que vacilo.​

 

Veo un resoluto bacilo,
una Hidra de siete cabezas
en Mariúpol, Kiev y Jersón

que en mi pesadilla asimilo
lentamente y sin sutilezas
restallando desolación.

¿Qué revela el negro celaje
de himnos muertos, pólvora viva,
tanques, botas, nieve y la ojiva,
mudo uranio de un fuselaje?

¿Qué nos dices, mundo, en lenguaje
que carnívoro nos motiva
a quererte en forma pasiva
y a matarte en largometraje?
​

Probando ritmos diferentes...

 

Mi canto con gusto te traje
como serenata esta noche,
en él quiero hacer un derroche
de trinos como un agasaje.

Sus ecos te dicen te quiero,
con ritmos en sus consonantes,
por ser con tus luces brillantes
la estrella en mi largo sendero.

Te dejo mi bien cada nota
y en ellas impreso el cariño,
tan blanco como es el armiño,
albor que del alma me brota.

 

Bebió, suicida, en copa rota
sediento como un animal.
Sintió las dagas de esa nota
que le dejara en red social.
Y creyó ser una gaviota
ensangrentada entre la sal.
El llanto, el mar que lo ahogó,
con su existencia se marchó.
​

Con rima tipo de octava real, pero "enea".

 

Tu imagen se clava y fijó
una semilla en el espejo,
proyecta la luz del reflejo
que en ese día se expandió.

El canto precioso erigió.
Y es que de algún modo despejo
mis dudas y miro perplejo
pues veo lo que cultivó.

Ensayo el esfuerzo, las ganas,
el asombro, y la sombra en todo,
que dobla las formas, seduce

con las imágenes cercanas,
que buscan en sí aquel recodo
y dulces efectos produce.​

 

El crimen, se dice, seduce.
Si un beso y mirada saquean
a cárceles nunca se van.
Un auto jamás se conduce
beodo o drogado y bromean
si piensan que nunca lo harán.

Humano animal se traduce
a bípedos torpes que apean
sus traumas a un raro diván.
De fábulas somos el cruce.
Y arriba, los dioses nos mean
tornado, aluvión y huracán.​

 

Todo destruyó el huracán
piedra no dejó levantada
el lugar es manto de nada
tan solo quedó el alacrán

Con sucia ponzoña te mata
siempre va y se esconde el maldito
si te pica y lanzas un grito
y luego se te hincha la pata.

A muchos bebés a matado
los ha sorprendido durmiendo
del techo les vienen cayendo
si no has vigilado su estado.​

 

En el Hades, creo el estado
de los huesos solo es ceniza.
Si partimos, sangre mestiza,
africana, blanca, encuadrado

racialmente, catalogado
de forma real o postiza,
tarde o pronto como la tiza
lucimos. Será descarnado

-y con sorna no lo profiero-
pero el averno ni eso deja.
Madre Natura despelleja

mas con el Diablo me incinero.
Cierro con una moraleja:
Lo carnal miseria refleja.​

 

Gracias por la opinión e interesante aporte. Todo ángulo siempre cuenta. Yo, con respecto al énfasis en un acento principal a rajatablas -y claro, mera opinión la mía también- siempre he tenido mis serias dudas. El ritmo constante a veces obnubila la potencial riqueza de otros recursos que le podamos agregar a un poema. De ahí tal vez que nos encontremos en un atolladero con el eneasílabo: es tan corto, que la falta de ese acento-puntal puede hacerse muy evidente, pero si lo incorporamos completamente, es tan corto que resulta machacoso.

Sigo estando convencido (y me declaro muy alejado de haber dado aún con la tecla, como solemos decir), que el tema puede estar en encontrar combinaciones de pies rítmicamente agradables entre los versos, más que en adoptar una forma acentual única (laverdaicos, iriartinos, etc.)

Un gran saludo cordial.

 

Siguiendo la secuencia del último verso de Ermenegildo.

La verdad la duda despeja,
es voz que conforma la ciencia,
porque contiene en sí la esencia
que en las mentes abiertas deja.

De la niebla a la gente aleja
por su grata luminicencia,
como un lucero en la conciencia
cuya brillo siempre refleja.

Si no es así se disimula,
es solo materia sin pueba,
conceptos que el ser acumula.

Es decir que poca agua lleva
que al albedrío no estimula,
y por lo tanto no se abreva.

 

Dentro del corazón, hoy nieva.
Como no nieva en Navidad.
Son copos de una soledad
en esta fabricada cueva
que hasta el recuerdo se nos lleva
desarrapado desde el cuarto.
Cansado, te diré “estoy harto”.
Pero no es cierto, bien lo sabes.
Y cual si fueran dos jarabes
con vino y ron frené el infarto.​

 

La pasión nos encierra, el cuarto,
las ventanas se cierran, veo
que del impulso uno es el reo,
nos enredan en un reparto,

entierra a la mujer, me aparto
de la nube o la guerra, creo
que en una suerte de rodeo
destierra a la mujer, comparto

el placer por este Mundial
(que las mata, que las hostiga).
Oh, mujer, tapa y desabriga,

sin vergüenza achata, es brutal,
desprotege, aplasta batallas.
¿Con sólo un gol a todos callas?​

 

Ella se enredó con las mallas
se quiso librar ya mordiéndolas
mejor se libró componiéndolas
muy cerca de un fuego y sin fallas.

Y se encaramó sobre vallas
de ahí te miró y tú zurciéndolas
no entendió por qué tú torciéndolas
te pasas el día y no vayas

con ella a reunirte amoroso
sin pensar ya más que en solo ella
y olvidar del mundo el acoso.

Mas tú te sonríes, no mella
su eterno gemir tu porfía
trabajas por ella tu día.​