Eneas

Estoy tramando mi venganza.
Haré que en mi cerebro estalles.
Con saña y lujo de detalles,
preparo un cóctel, mezcolanza
de acónito -a la vieja usanza-
y la cicuta de un rencor.
Este fermento del amor
requiere gotas de crueldad.
Voy a pulverizar verdad
con más delirios de rigor.​

 

Quisiera tener más vigor,
aprovechar más todo el día,
cambiar la rutina, mi guía,
atreverme en busca de amor.

No dejar entrar a la vieja,
nutrir la tensión aún más alta.
He de procurar lo que exalta
fuerte actividad en la abeja.

No he de abandonarme pasiva,
mas cuesta encontrar esa entrada
a un mundo que es muy diferente.

La gente que te desmotiva,
que no se detiene ante nada,
bloquea tu paso inclemente.​

 

No sé lo que piensa la gente.
Ni pájaro, perro o lagarto.
Se me hace pesado y muy harto
ser siempre un experto en la mente.
El mundo se ofende actualmente
de soplo, mohín y suspiros.
Estudio insondables papiros,
tratados de psicología,
el tarot, la cosmogonía
y nunca elucido reviros*.
​

* m. Ar. Alteración repentina de la conducta o del estado de ánimo. pop + cult → espon. (https://www.asale.org/damer/reviro)

 

De nuevo tú estás con reviros
y niegas mi amor con descaro,
después de que ayer fue muy claro,
te he entregado amor y hoy... tus giros.

Que busque mejor otros brazos
que tienes mejores ofertas.
Y yo cierro ahora mis puertas,
y hoy te rompo en tres esos lazos.

Qué bueno que te has ido al punto,
no dejas herida profunda,
maleza en jardines abunda.

Ahora lo entiendo y yo apunto
que esto del amor es un juego
que puede quemarte en su fuego.​

 

Tal vez me observes desapego,
un cuervo oscuro en mi cabeza
diciendo que esto ha sido un juego.
Mas de algo mantendré certeza:
sé que a un amor lo vence un ego
con impiedad y sutileza.
Se enquista un grito permanente
ahora que no estás presente.​

 

Me pasa contigo, es frecuente,
que si no te busco, apareces,
fingiendo locura, elocuente
inventas proezas, te meces

contando infinitas hazañas
que atrapan tu tiempo, que es mío,
cualquiera diría, patrañas,
yo sé que de faldas es lío.

¿qué es lo que te falta en mi huerto?
¿no hay rosas de suave fragancia?
¿no encuentras amable mi estancia?

¿Acaso tu amor está muerto?
No sé por qué vuelves, si no amas
mi intensa pasión, ni sus llamas.
​

 

Era joven, sin don de camas.
Ella, menos albor que don.
Inmiscibles en corazón,
combustibles de piel, y en llamas,

inventábamos amalgamas
innombrables en el turbión.
Pero inhóspita es la razón
cuando instiga, de magia, dramas.

Nos volvimos a ver las caras
en un atardecer sin luz.
Su crepúsculo ya era ocaso

junto al mío, penumbras raras.
Lo que altar resultó, fue cruz,
vino seco en un roto vaso.​

 

Llegaste después del ocaso
el sol se quejaba con llamas.
La noche tendía las camas,
yo el vino servía en tu vaso.

Dijiste, ya no hay ningún caso,
no vengo por ver si tú me amas,
te vi cómo es que a otros entramas.
Te fuiste soltando un portazo.

Con pena quedé, no entendía
de que situación me acusabas,
con duda sutil me manchabas.

Tu voz un pretexto blandía,
tal vez tu querer se hizo trizas.
Hoy quedan de amor, las cenizas.

Y así con, prisas,
sin más dilaciones: culpable.
De tu desamor, innegable.​

 

Ya solos los dos nos dijimos
palabras sin voz, escondidas
en suaves caricias, vencidas
del amor que entre ambos tejimos.

Que brillo del día gozamos,
el cielo esparcía sus nubes,
el sol nos pintaba querubes
de rojo y violeta como amos.

Quisiera guardar ese día
en una cajita de plata
y verlo si en mí se desata
tristeza de angustia tardía.

Que alumbre ese sol mi momento
y cese el dolor, el tormento.
​

 

Dijiste: el amor no es seguro.
Es un sentimiento inconstante
que puede quemar al instante
y luego ser frío, inseguro.

Mas en su recuerdo, te auguro,
habrás de quedarte anhelante,
no importa si tiempo adelante
tan solo te encuentres un muro.

Mas no intentes nunca evitarlo
pues jamás te pide permiso
te llega y te ocupa preciso
y no hay modo ya de evitarlo.

Tan solo es dejar que te arrastre
no quieras librar el desastre.
​

 

Dijiste: el amor no es seguro.
Es un sentimiento inconstante
que puede quemar al instante
y luego ser frío, inseguro.

Eso ocurre con el amor querida Luciana. Va y viene como las olas o las mareas. Un abrazo con la pluma del alma

 

Cuando bebo vino lo apuro
y eso me provoca mareo,
además que siento muy feo;
de seguir así no me curo.

Prefiero, más bien, fumar puro;
es mejor, porque así lo creo,
de ese modo mal no me veo,
y en eso me siento seguro.

Y por eso en lo sucesivo,
en vez de beber, ya lo sé,
de acuerdo con lo que describo,

ese hábito cambiaré,
y por eso en definitivo,
en vez de alcohol, venga el café.

 

Precioso y jocoso poema Rosendo. Un abrazo con la pluma del alma

 

Gracias, José. Fuerte abrazo.

 

Estimado José, muchas gracias. Te diré que aqui no se estila hacer comentarios, se debe seguir el reto. Los comentarios se hacen en los otros foros.
Que tengas buen día.

 

Gracias estimada Luciana. la inexperiencia que es muy mala consejera. un abrazo con la pluma del alma

 

Este hilito retomaré
ya que el poniente palidece.
Dicen que el foro se merece,
de excéntricos, un comité.

Y varios locos detecté:
un servidor reaparece,
pero le impiden que tropiece
Luciana, Maramín, José

y no puede faltar Rosendo
a echar, con métrica jodida,
un nuevo verso irreverente.

Mas ves mi pluma sin atuendo
porque mi musa hoy no convida
ni un verso impúber, maloliente.​

 

Si mi verso es inconsecuente
y se juzga letra indebida,
además palabra atrevida,
es mejor que quede silente.

Callaré por ser penitente
y será la mejor medida
hacer mutis con mi salida
dando gusto a la docta gente.

Agradezco el grato momento
que pasé con las consonantes
en eneas con grato acento.

Así sigan todos campantes
y de veras mucho lamento,
alejarme de estos instantes.

 

Es inconsecuente en instantes.
Su error es el ritmo distinto,
cada verso cae en el quinto
pero usted los mezcla campantes.

Algunos le caen en sexta
y se pierde el ritmo al leer
mas podría usted precaver
a lo que tal vez ya pretexta

que tenga yo mala intención
cuando juzgo mal su soneto.
No es el contenido, prometo.

Es solo medida y el son
que pueda decirse cantando
y no haya que estarlo contando.
​

Es solo broma, Rosendo, me encantó tu soneto eneasílabo. Un abrazo.

 

Por lo leído hoy es cuando
decir que igualmente su tinta
también acentúa en la quinta,
y su verso así va trazando.

En sexta también voy hallando
y no lo hace en forma distinta,
sino igual al mío lo pinta,
¿entonces por qué está juzgando?

Si analiza bien su soneto,
verá que mal no lo interpreto
solamente escucho su son.

Y con gran respeto le expongo,
sin que sea como un rezongo:
su enea no suena a canción.

 

Me hallé tu sonrisa y canción,
estaban en plato escarlata
con una orillita de plata
sonaban alegre su son.

Y quise probar un poquito
de aquel delicioso potaje,
resultó ser solo un brebaje
de dulce sabor exquisito.

Después de probarlo, el calor
sentí que subía en mi pecho,
igual que si vino tomara.

Pensé, no debía haberlo hecho,
pero mejoró el mal humor
aquello que a mí me azorara.​

 

Hoy me presento, un poco atado
a los horarios de mis tedios.
Esta ciudad me brinda asedios
y fieras de un asfalto hastiado.

Y poco a poco me he quedado
muy triste pero con los medios
para adquirir el oro y predios
que aquella cuna me ha negado.

Si taciturno en esta la vida
ves, al pasar, un triste amigo
no lo detengas en su noria.

Él cree que por la comida,
como un labriego por el trigo,
trabaja en templos sin historia.​

 

No puedo escribir ya de amar,
ni puedo decir: “amor mío”
Tal vez me congela este frío,
tal vez de tu voz el callar.

Tal vez son las dudas que matan.
Tal vez tu mirada lejana.
Tal vez esta mi ansia que emana
de que otros amores hoy te atan.

Yo sé que de amar eres libre
estando los cuerpos tan lejos
amarnos son artes complejos.

Con solo tu voz que me vibre
desata sus hilos al viento
la intensa pasión que yo siento.​

 

Amante.

El ansia es tener un amante
y luego es el ansia no verlo.
Mas ansia de ser y no serlo
es duro penar y constante.

Y luego si no hay un flamante
te mueres y quieres tenerlo,
pero si lo tienes, perderlo
te causa un dolor lacerante.

¿Se puede evitar esta suerte?
Es que es el amor una flama
que dura un instante y te inflama.

Después es cenizas y muerte
y ahí en tu memoria hace un hueco
que aturde tu noche con su eco.​