Entrar en el desván

Entrar en el desván

fue respirar una oscuridad

profunda y hambrienta, llena

de olvidos e indiferencias, que el

tiempo se encargaba de amontonar

en lo invisible.

Comprobamos que apenas quedaba espacio para los sueños.

Ni si quiera para las nostalgias.

Sólo una espesa agonía sometida al silencio

del aire seguía suplicando no ser ya rescatada.

 

¡wow! Asklepios casi me pongo triste, porque tu inspiración trasmite ese ambiente poético que has pintado de gris, estupenda creación.
Me llamo la atención el titulo porque justo en estos días estuve en el desván y la experiencia fue contraria ¡Maravillosa! por ahí escribí una prosita al respecto.
Gusto pasar por tu espacio, feliz noche.

 

Buenas noches y gracias a ti por tu visita y tu comentario. Voy a echar un vistazo a tu perfil y obra. Te iré diciendo. Besos mil y un abrazo sincero