Eruptiva maduriensis

Eruptiva maduriensis.

Quiso minimizar con disimul
o estrangular el trueno que portab
el torpedo activado que empujab
desde el propio zaguán de su ancho cul

Pero ese pobre hombre, muy garrul
lejos de conseguir lo que esperab
mientras su posadera ya tronab
largó tan grande erupto, yo os lo jur,

que fumigó la sala; estaba oscur
y la noche quedó conmocionad;
alguien gritó ¡tus muertos cacho mul!

mientras la gente salía disparad
buscando, ya en la calle, el aire pur
la mirada perdida y angustiad.

 

Buen y divertido trabajo, original. Un placer leerte.
Un abrazo fraterno poeta.

 

Excelente trabajo poeta.