Esos mañanas desconocidos

Esos mañanas desconocidos

Hoy caigo una vez más
en la tentación lujuriosa
de pensar en los mañanas;
de querer descubrir
ese misterio eterno
del “cómo sería...”
y la plegaria infaltable
del “espero que así sea”
hace un alto en mi conciencia.

Puedo inventar planes
y perder el tiempo en agendas
que quizás no sean más que eso.

Puedo sentirme presionado
por esos ojos punzantes
que me observan desde la oscuridad,
por esas voces cercanas
que intentan decirme
lo que tengo que hacer
ó al menos
lo que quieren y desean
que yo haga por ellos.

Entonces empiezo a caminar en círculos
y todo permanece inmóvil a mi alrededor,
como asegurándome
una claustrofóbica prisión
en donde al final caigo de rodillas
confundido
fatigado
prácticamente derrotado
porque no sé hacia dónde ir.

Y entonces
a esto se suma
mi rechazo a comprender y aceptar
que mientras estoy en esta prisión,
es otra mano diferente a la mía
la que hará girar la llave
para yo poder salir.

 

quizas tienes que buscar miradas y no manos, ser asesinado o que alguien controle nuestro destino le da matizes poco atractivos a la vida, buen escrito
guerrero