Esta vez

Esta vez las lágrimas no encontraron besos
ni se encontró el calor con el fuego.
Nos miramos con los ojos mudos
y el fin comenzó con un "hablemos".

Se esfumó el abrazo como perfume barato
regalámos las sábanas del más santo de los sudarios,
interrumpí el llanto con una teatral tos,
portazos, despechos, facturas, adiós.

Esa fué la vez que más veces
maldije de todas.
La volví a ver un tiempo después:
distraída, festejante, lujuriosa, sola.

Esta vez la boca cocida con hilo de hierro
tragó verdades como saliva
que hacen eco en el estómago
de un amor digerido, enlutado, gamberro.

Y con un martillo por mano
abusé de la ira contra la otra palma;
y lleno de miedo, de bronca y de culpa
dije: esta vez es la última.