Excesivo-.

Llevo en mi pecho

demasiada sangre,

como en una tumba,

o en una lápida insatisfecha.

Llevo en el pecho

una ira desmedida, codiciosa

de sí misma, que aparenta

sigilo y domesticación,

y busca quedarse

a solas consigo.

Es una ira, una sangre,

excesivamente difícil,

un templo sin incensarios,

donde duermo solo sobre

el pavimento lleno de ruinas.

Llevo una ira hincada y jodida,

que arremete con todo y contra todo

y nunca encuentra salida.

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Hay ciertos hechos de la vida que nos llevan a putear contra el mundo, la gente y dios, es algo que no se puede reprimir que necesita explotar como la lava de un volcán, excelente e intenso poema, saludos Daniel

 

Muchas gracias estimado Daniel, espero te vaya bien en tu andadura por el Portal, un saludo!

 

Así es, un abrazo y gracias amiga!!