Existencia y castigo

Arder hasta extinguirme, evaporarme;

Que el vientre atómico de una estrella

Disuelva mis moléculas y no quede de mi materia.

¿Cuál sería la justa expiación para mis vilezas?


¿Qué sugieren peor que mi existencia?

Si, aunque me llaman inconsciente;

Trituran mis huesos y congelan mis venas

la carga titánica de mis actos

grabados en mi mente sempiternos.


Si no sé cómo evitar lo que soy

Y por ello en un sinfín de lo mismo

Mancillo una y otra vez lo más sagrado,

Lo único que he considerado sagrado.



¿Qué hay mas triste? que ser la decepción

De los seres que más te han amado,

y que aun hartos; te acojan,

porque su amor es tan noble

como persistente es tu debilidad.

 

Demasiada melancolía en cada verso , una destilación de desesperanza se vuelve una debilidad.
Un placer.
Saludos.