1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Fiebre

Tema en 'Prosa: Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por Pessoa, 24 de Octubre de 2016. Respuestas: 7 | Visitas: 650

  1. Pessoa

    Pessoa Moderador Foros Surrealistas. Miembro del Equipo Moderadores

    Se incorporó:
    14 de Octubre de 2012
    Mensajes:
    4.930
    Me gusta recibidos:
    5.623
    FIEBRE


    Un atardecer más, desde el sillón de que acompaña mi dolor, conforta mis ánimos y alimenta la esperanza con su cálida comodidad, veo llegar la noche desde el mar, como una inmensa barca de Caronte, lúgubre y apenas teñida con los colores de un arco iris funerario, desdentado de sus colores vivos: sólo quedan los opalescentes colores del ocaso. Confundo el sonido del mar que me llega apenas amortiguado; no podría decidir si es una nana susurrada por un padre de voz ronca o una amenazadora advertencia de todo un panteón sumergido, que reclama un imposible silencio para que este mundo convulso y enfermo recupere la paz que transgrede sin cesar. Los dioses no son insensibles a los ultrajes de los hombres.

    Y con la noche, como ominosa compañera, llega la fiebre. Una fiebre que me lleva al borde de la alucinación. Durante el día los cuidados de mi querida compañera la mantienen alejada; paños de agua fría, medicación puntual, su sonrisa... Pero en el oscuro magma en el que nos sumerge la noche quedo desarmado ante el virulento y traidor ataque de la fiebre. La fiebre en esas altas horas de la noche es una especie de espejo deformante; me traslada a otra realidad, a ese otro nivel de percepción que solemos llamar alucinación. Yo estoy convencido que es otra realidad “real”, con sus dimensiones, sus leyes desconocidas y aleatorias, sus imágenes que, por una cierta reiteración, acaban siendo familiares. Una realidad paralela en la que las alteradas funciones de nuestro estar habitual se trastocan, se cambian por otras en las que el drama ocupa el firmamento todo de la vida. La deformada realidad de un enfermo que espera ávidamente la crisis que inicie la convalecencia.

    Puede que de esa otra realidad surgiesen los terribles, inéditos y estremecedores monstruos que crearon Lovecraft, Poe, Lord Dunsany y aquellos iluminados pioneros del cuento de terror, de ese terror nuevo que vino a sustituir con terribles premoniciones al otro terror antiguo, el romántico de los fantasmas y muertos horripilantes, pero, finalmente infantiles. “El sueño de la razón crea monstruos” dejó escrito aquel otro gran atormentado que fue Goya, el aragonés. Debía referirse a esa razón estremecida y casi libertada de sus ataduras intelectuales y dogmáticas. La razón que hace libre al ser humano. Y en esa razón enfermiza (o puede que en la cúspide de su clarividencia) me acompañan mis monstruos nocturnos que nacen de la fiebre.

    Veo las luces de los pequeños pesqueros que faenan por la noche. Esas luces se agrandan como fuegos infernales; tras ellas se contonean brujas en orgías saturnales, nigromantes que orquestan las danzas de los íncubos... Frente a tanto horror, en cambio, yo me siento tranquilo, inconscientemente tranquilo: soy uno de ellos y se que no pueden hacerme daño. Los calofríos que me produce mi estado febril los imagino producto de esa danza de la Muerte, con la que avanzo hacia la oscuridad y el horror; pero no tengo miedo. En el invisible horizonte las nubes se acumulan amenazadores; danzan torpemente con sus formas imprecisas y cambiantes, iluminadas espectralmente de vez en cuando por los relámpagos de la tormenta con la que combaten entre ellas. Yo me sitúo enmedio, sólo voluntad y espíritu, con el firme propósito de apaciguarlas. Pero son tan hermosas las tormentas sobre el mar... Desisto y vuelvo al sopor que es mi hábito y mi refugio.

    Mi esposa me seca las sudoraciones que extraen de mi cuerpo dolorido los humores mefíticos de la fiebre. Bebo algo de agua azucarada. Bebo con la avidez de quien quiere beber la vida que cree en huída. Trato de dormir de nuevo, pero la emoción de esas vivencias alteradas me mantiene en un estado de excitación nerviosa que acaba siendo insoportable.

    Empieza a amanecer. Por el lejano horizonte, desde el oriente, comienza a insinuarse una tenue línea de luz lívida. Un nuevo día que por los sanos conjuros de mi cuidadora, mi esposa y compañera, alejará la fiebre y los atroces monstruos que deja en mi imaginación alocada. Un nuevo día que me acercará a la salud perdida. La luz del sol naciente perfora en tímida transverberación las nubes que se aglomeran sobre el mar. Será un hermoso día de otoño en el que podré soportar los todavía dolorosos retortijones que retuercen mis vísceras infestadas. La riente claridad del nuevo día me ofrece muchas razones para ser feliz en esta realidad dolorida, aunque razonable y cotidiana.
     
    #1
    Última modificación: 25 de Octubre de 2016
    A titiritero, Uqbar y homo-adictus les gusta esto.
  2. Uqbar

    Uqbar Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    21 de Febrero de 2013
    Mensajes:
    7.839
    Me gusta recibidos:
    3.788
    Género:
    Mujer
    Impresionante relato. Cuando era niña, las anginas me producían unas fiebres muy altas y con tu relato he retornado a aquellos estados febriles en los que el miedo a los monstruos me impedía dormir. Entonces era mi madre la que me ponía los paños humedecidos con agua fría y permanecía en vigilia a mi lado mientras los monstruos iban y venían angustiándome durante horas.
    Caramba, no había vuelto a recordarlo pero tus descripciones son fantásticas. Desde la distancia se ven de Poe ciertamente pero cuando se padecen impresionan verdad?

    Felicidades por esta magnífica obra.
    Un abrazo!

    Palmira
     
    #2
    Última modificación: 30 de Octubre de 2016
  3. Eratalia

    Eratalia Con rimas y a lo loco

    Se incorporó:
    21 de Enero de 2014
    Mensajes:
    8.658
    Me gusta recibidos:
    10.888
    Es magnífico que hasta de la fiebre extraigas tanta belleza narrativa. Eres el mejor.
    Un abrazo.
     
    #3
  4. Pessoa

    Pessoa Moderador Foros Surrealistas. Miembro del Equipo Moderadores

    Se incorporó:
    14 de Octubre de 2012
    Mensajes:
    4.930
    Me gusta recibidos:
    5.623
    Hola, Palmira, que especial alegría verte de nuevo junto a mis letras. Tienes mucha razón; aunque del mismo origen las fiebres infantiles no tienen la sustancia aterradora, la potencia creadora de espectros, como las que sufrimos de adultos. Te agradezco tu visita y tus balsámicas palabras. Recibe mis saludos más cariñosos,
    miguel
     
    #4
  5. Pessoa

    Pessoa Moderador Foros Surrealistas. Miembro del Equipo Moderadores

    Se incorporó:
    14 de Octubre de 2012
    Mensajes:
    4.930
    Me gusta recibidos:
    5.623
    Mi querida amiga huertana: Cómo me alegra encontrarte embelleciendo mis letras. Gracias por visitarme; en cambio yo, renqueando cual burro viejo en busca de la luz perdida todavía no he visitado tu blog ni siquiera empezado el soneto prometido. Vaya amigos que te buscas. Pero, como dijo un viejo político: "estamos trabajando en "eyo". Hasta pronto, amiga mía.
    miguel
     
    #5
    A Eratalia le gusta esto.
  6. Eratalia

    Eratalia Con rimas y a lo loco

    Se incorporó:
    21 de Enero de 2014
    Mensajes:
    8.658
    Me gusta recibidos:
    10.888
    Ni falta que me hace, con saber que estás bien y escribiendo me doy por contenta. Si ya me visitas sería la miel sobre las hojuelas, pero con hojuelas a secas es suficiente.
    Más abrazos.
     
    #6
    Última modificación: 5 de Noviembre de 2016
  7. titiritero

    titiritero Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
    26 de Enero de 2014
    Mensajes:
    425
    Me gusta recibidos:
    318
    Magnífico escrito, hay para elegir, o sea que...enhorabuena y salud.

    Juan.
     
    #7
  8. Pessoa

    Pessoa Moderador Foros Surrealistas. Miembro del Equipo Moderadores

    Se incorporó:
    14 de Octubre de 2012
    Mensajes:
    4.930
    Me gusta recibidos:
    5.623
    Gracias, Juan. Un comentario que reaviva un escrito nacido en días difíciles. Un cordial saludo,
    miguel
     
    #8

Comparte esta página