Filio_Manual.

Ahora me llevan del brazo, tienen fuerza
son guardaespaldas y mi orgullo sus proezas.
Y así como antaño los abrieran
me cerrarán los ojos, ¡que así sea!.
Las manos de mis hijos, hoy inmensas
pródigas herramientas, ¡tanto pueblan!.

Leí un poema que decía; Hijos míos, no me olvideís cuando ya no me pertenezcan.
Era algo parecido, es tan tierno escribir así, bien sabes que madre no fui, pero tengo sobrinos y el madrigal de mi pelo es para uno de ellos, los he mimado tanto, los he visto crecer, que a veces me parecen que son míos también.
Gracias por compartir estos sentidos sentimientos con todos.

 

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Hermosa, si tenés la posibilidad, vás y le hacés una caricia a tu mamá.

Ojalá que puedas.

Vos me acariciás con tus palabras. Gracias, Carmen. Un gran abrazo.

 

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Hola, Lauri... qué tal tanto tiempo (je).
Quiero agradecerte estas palabras y decirte algo que ya sabrás muy bien. No sólo existen los hijos biológicos... ¡Somos, por ende, madres de tantas formas!.

Y aquí las tenés, son esas cuatro manos grandotas, las que con paciencia me ayudan a ponerle música a mis trabajos.

Un gran abrazo y hasta el próximo diálogo.

 

CIELA, LINDA CIELA.
SIEMPRE ES UN PLACER LEERTE. EN TUS PALABRAS
SE ENCUENTRAN MUNDOS.
UN BESO Y UN ABRAZO POR ESTE POEMA A TUS HIJOS.
TU AMIGA Y ADMIRADORA.
DORIS

 

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Muchísimas Gracias por tus conceptos, Doris.

Un abrazo de tu amiga Ciela de Buenos Aires :::hug::: .

 

Ando poniéndome al día, enredándome en tus manos. Esas que levantaron la tristeza más absurda. Con la de problemas de verdad, que existen en este mundillo.

Tus manos son capaces de atrapar la melancolía y hacerla trizas. Que lujo de tropezón he tenido contigo.

Joa y Agus, son los más afortunados de este mundo...espero que lo sepan.

Buenísimo el poema, de los que me dan paz.

Un besazo Mamisuegri

 

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Espero que las tristezas se hayan quedado en el Salón de Juegos del Tío Sam, que haya disfrutado la Niña, que haya hallado alegría la Mujer.

Estas manos que ahora teclean con emoción, son la prolongación de unos brazos que alguna vez - estoy segura - te estrecharán tan fuertemente...

Mis hijos, ay esos preciosos atorrantes, saben mucho más de lo que yo creo. Conocen, por ejemplo, este trabajo y se miran entre ellos de reojo, ¡los muy guapos!. Luego me hacen un mimo pequeñito en la cabeza... ja ja ja... es que en casa rondan los fantasmas del Edipo... Saben muchas cosas mis descendientes: que me hace feliz estar en Mundo Poesía, que estoy trazando lazos entrañables como el Nuestro... pero, claro, no saben que te he elegido como nuera. Ja ja ja... Un día de estos te les caés... ¡y así se enteran!. Pero apuntá, por favor, al mayorcito. Para el menor ando buscando una poeta quinceañera.

Te agradece y te manda un beso tu Hermana Grande, tu compañera, tu mamisuegra, tu jerogíflica ...

tu Ciela.

 

Oh Ciela! que hermoso poema! Me encantó, me hizo llorar un poco, mi madre está lejos de mi hace casi 1 año, dentro de poco regresa y me has traido la nostalgia, guardaré tu poema para regalárselo.
Mis mas sinceras felicitaciones...
tu amiga cubana

 

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Gracias Angelita linda. Regalále a tu madre no sólo este intento, dale tus manos y sus frutos.

Un gran abrazo, y mis nostalgias a tu Isla.

 

Ciela

Me dejaste muda.. te quedaste hueca cuando escribiste esto.. y es que has puesto tanto...
Me admira.. esas manos, ese tiempo es un recorrido rico y pleno por lo más bello de una persona..
Me has conmovido.. y lo agradezco
mi admiración y cariño
alexa

 

Bello, ciela, un beso inmenso. un placer leerte.

 

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Qué interesante tu comentario, Alexita... Porque este intento trata precisamente de decir cómo fueron ahuecándose mis manos para contener y luego ir soltando, soltando para permitir el vuelo y sin dejar de ahuecarse nunca.

También es cierto que a veces al escribir nos vaciamos, nos quedamos huecos que - afortunadamente- se vuelven a poblar.

Muchísimas gracias por tus palabras y por tu cariño.

Un gran abrazo.

 

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Un placer es para mí reencontrarte.

Muchas gracias por tu comentario y un abrazo, también, inmenso.

 

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Y llueve en Buenos Aires... es un atardecer humectante hasta la médula. Y yo te leo y me pregunto si tus manos tendrán aún la posibilidad de moverse hacia tu madre. De bailar aunque sea una canción en el aire para palpar los recuerdos de cuando eras pequeñita y dependías totalmente de sus manos. Cosas que se me ocurren, nomás... cuando me topo con poetas jóvenes y mágicos como vos, querida Hallie.

Gracias por las palabras que hoy tus manos dibujaron para mí. Muchas Gracias y un gran abrazo.