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Filosofìa del asesinato y de otros delitos

Tema en 'Poemas Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por licprof, 24 de Mayo de 2020. Respuestas: 0 | Visitas: 222

  1. licprof

    licprof Poeta fiel al portal

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    31 de Marzo de 2020
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    Hombre
    policiales y policìacas las mañanas transcurrìan apacibles en la universidad del delito
    la universidad de la calle dormida y la liberada zona:
    leìamos el còdigo penal como si se tratara de poemas o una agradable novela:
    los humanos derechos constitucionales eran minuciosamente desmenuzados
    triturados durante la lectura, interpretados como si se tratara de una partitura musical,
    una teatral obra grotesca o sainetera, durante las mañanas somnolientas e invernales,
    durante 5 años fuimos bañados por las olas de la jurisprudencia
    las dogmàticas olas jurisprudenciales
    las antiguas olas del tirreno mar
    las virgilianas odas



    esto no es todo: las policiales huestes se sentaban en las gradas
    a los efectos de escuchar las sabias palabras del magister
    quien peroraba sus consabidos artìculos
    mientras el cabo daniel dormìa en la fila ùltima



    el ambiental derecho era motivo de afanes
    pero sobre todo la ciencia criminològica
    en virtud de positivistas teorìas italianas
    a los efectos de quebrar la ley y crear nuevas trampas
    pero especialmente con el objeto de llenarnos de guita, ilusoriamente
    mediante toda suerte y serie de subterfugios màs o menos sutiles, vagamente indispensables o perentorios
    para no hablar de las armas de fuego, objeto de la moderna ciencia quìmica medieval,
    pòlvora y màgicos polvos mediante



    esto no es todo: mi prodigiosa memoria al punto tal que fui conocido como el memorioso funes
    me permitìa citar artìculos legales textualmente
    y responder toda clase de preguntas no solo referidas a la criminalìstica
    sino tambièn a la filosofìa postmoderna, la historia argentina
    y el krausismo irigoyenista
    sin desdeñar la legal medicina y los naturales recursos



    esto trajo sus consecuencias: mis condiscìpulos me hostigaban porque ponìa en evidencia
    su desconocimiento de tan sutiles materias
    no hables pelotudeces, me amenazaban, callate la boca, no discutas:
    tenìa ganas de denunciarlos pero ello traerìa las consecuentes represalias
    el administrativo sumario: al final no pasarìa nada, como siempre
    como siempre entrarìan por una puerta
    y saldrìan por otra
    como ocurre con todo criminal que se precie de serlo



    transitorias salidas y condicional libertad, ademàs tenìa que dar los exàmenes
    y todo para conformar a mi amado padre: la carrera era fatigosa, ademàs debìa trabajar en las nocturnas escuelas
    dando clases de literatura, de poesìa, comprensiòn de textos diversos y otras menudencias, otros materiales;
    de manera que fungìa como profesor y alumno a la vez:
    5 años en la escuela del crimen y otras bellas artes
    5 años de temor y terror
    tolerando el bullying de mis compañeros de estudio
    y ser forreado o basureado a diestra y siniestra por los señores profesores de dicho establecimiento educativo
    solventado y subvencionado por el estado nacional y municipal
    5 años devorando y digiriendo manuales soporìferos
    y sagaces criminales tècnicas
    5 años contemplando frìas pelìculas en las cuales brigadas y nubes de diversas clases de insectos
    sobrevolaban los cadàveres putrefactos de las pobres vìctimas de los distintos delitos
    o simplemente ancianos fallecidos de muerte natural
    deportistas u òbitos por muerte sùbita o dudosa
    atletas caìdos en la calle
    con una botella en la mano



    5 años deleitàndome cordialmente con ilustres mamotretos
    hasta que finalmente di mi ùltimo examen con el doctor
    y me fui raudamente sin saludar a nadie la libreta universitaria en la mano
    volvì a mi casa y dormì una siesta de 6 horas:
    la cabeza como siempre me estallaba luego de dar media docena de exàmenes, uno detràs del otro



    sin embargo, muchos profesores me adoraban y muchos alumnos me estimaban:
    mi memoria prodigiosa los encandilaba, mi absurdo sentido del humor,
    mi inteligencia y celeridad para develar toda clase de crìmenes, de delitos, de leyes farragosas
    hermèticas: habìa abandonado el vicio del cigarrillo, esa estùpida adicciòn, concurrìa
    a un gimnasio en el que levantaba pesas de todos los tamaños
    y me sometìa a determinadas rutinas y màquinas
    a los efectos de pulir mi cuerpo, cincelar mi ya flàccida anatomìa:
    tantas horas estudiando habìa hecho de mì un triste y melancòlico ser barrigudo y panzòn
    a pesar de ser un tipo relativamente joven, del cual parecìan enamorarse, perdidamente, ciertas
    determinadas mujeres señoritas igualmente jòvenes, por ahora



    5 años estudiando del crimen considerado como una de las bellas artes
    entre otras obras o textos
    5 años regodeàndome con toda clase de leyes y fallos, sentencias
    respondiendo toda clase de interrogantes con una velocidad asombrosa, incluso para quien esto escribe
    cafeteando inexorablemente en el notable bar el coleccionista o en la confiterìa llamada jonathan
    del barrio porteño de caballito
    solo o acompañado de mis jòvenes y hermosas compañeras de estudio
    atiborrado de libros, de fotocopias, de tratados y manuales, cuyos numerosos tomos tapaban mi rostro:
    en la fotografìa de la ceremonia final, nos vemos sonriendo a càmara: al costado hay una escalera
    pero no me veo feliz sino màs bien cansado, agotado
    de tantos exàmenes
    tantos crìmenes
    tantos còdigos



    el oficial daniel me contaba sus penurias, sus aventuras y desventuras me relataba
    que transcurrìan en las villas miserias o en coquetos paquetes barrios y confiterìas:
    aquellas narraciones estaban llenas de tiros, disparos, armas de toda clase, menores de edad
    pero el examen se aproximaba y èl no tenìa la menor idea del tema, finalmente nos llamaron
    y entramos al salòn
    como se entra al recuerdo
    como se ingresa al pasado
    como termina la escena de una pelìcula criminal y jolibudense
    o el cuadro de un grotesco criollo
    o el capìtulo de una novela endiablada y folletinesca
     
    #1
    Última modificación: 24 de Mayo de 2020

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