Fumarolas

:::blush::: Jesús, el que vos me digas esto es un doble halago...gracias con mi admiración a tu poética y a vos como gran ser humano.

 

Me considero "iniciado" en tu poesía. Alguna vez hablé de Babel y fue para mi como referirme a un pecado ocioso. Te comprendo perfectamente querida amiga, y navego...

 

Gracias Ñonguito por pasar a respirar un poco de mis letras...un gran abrazo para vos.

 

Hoy más que nunca el abrazo fuerte y solidario hasta vos y tu tierra que se levanta.

 

Roxy, qué grande tu alma...gracias por ser y estar.

 

Mi Gacela Pampeña...tu presencia es luz y tu luz es apertura de senderos a los cuales uno no teme adentrarse. Mi Ciela, poeta-amiga, grande, grande.

Te quiero y admiro, eres un baluarte de esta casa y de mí.

 

Imagenes en pinceladas sutiles pero paradógicamente poderosas.

Gracias mil Tuti por compartir tu versar.

Un abrazote.

 

Un saludo a tus gratas palabras para esta bocanada de humo. Abrazos.

 

Mi afecto en el abrazo eterno a tu constancia y amistad a mi palabra, a esto que soy y no oculto. GRACIAS Monje.

 

Recibo tu beso poético, tu compañía, tu aliciente... Gracias.

 

Si un día la palabra renuncia a nosotros y nos quedamos sin adjetivos en los labios para siquiera esbozar una parte de la emoción que nos conforma más que la carne, no podremos reconocernos en el espejo y yo no podría manifestar mi admiración por poemas como este, desbarata y gira como un vórtice en los labios.
Saludos amiga Anna.

 

Otro muy fuerte para vos y gracias por permitir ese universo de la fotografía.

 

Tus comentarios tienen el poder de hacerme sonrojar hasta la línea. Gracias mi entrañable Leó, tan generoso y buen amigo siempre. Se te aprecia y quiere siempre.

 

Margarita, basta sentir y eso es lo que la magia hace desde las fibras de un poema que nace sin explicar lo que llevo a su nacimiento... sólo vuela.

 

Mi adorable señor -despeinador-, cuando alguien expresa que uno de mis poemas le ha gustado, eso quiere decir que la fuerza ha invocado a desentrañar esencias, aunque nunca se alcanze a hallar su profundo cauce.

Gracias desde lo profundo de mi alma por tu constante huella en mis alfabetos conjugados.