Galicia, tierra meiga.

Quisiera ser un águila
prendida de tu cielo
y así en pausado vuelo
tus dones contemplar;
rozando las montañas
con desplegada pluma
cubierta por la espuma
de tu imperioso mar.

Revive en tu granito
el eco de la historia
forjada en la memoria
de quien, con gran tesón,
observa el monumento
que se alza en cada calle
e impregna su detalle
de paz el corazón.

Efluvio de esperanza
emana en cada río
y arde entre el gentío
tu rojo atardecer.
Saudade de los campos
de quien lejos te sueña
morriña que se adueña
si no te vuelvo a ver.

Sonando está la gaita,
gloriosa el himno emprende
y en cada pecho enciende
su canto y su penar.
Su nota se transforma
en la frágil caricia
del alma de Galicia;
¡Miña terra!¡Meu lar!

 

No conozco esta estrofa que deja sin rima al primero y al quinto verso en una serie de ocho heptasílabos. Observo que el acento cae en 2ª y 6ª pero no sistemáticamente. La musicalidad es extraordianaria, repetitiva sin llegar a ser machacona. Galicia es maravillosa y tus versos le hacen justicia.

 

Muy bello tu poema, J R. Un canto que honra a la tierra gallega y celta.
Verdes cantos que llegan al acantilado para escuchar las voces sabias de las meigas.
Un gusto la lectura.
Abrazos y estrellas.

 

Muy bello tu poem en octavillas.
Abrazos y reputación.

 

Gracias David por darme a conocer las octavillas y a tí, Oliverira, por la insistencia paciente en esta forma métrica a la que has dado perfección.

 

Gracias estimados compañeros por vuestros comentarios, la octavilla era muy utilizada en mi tierra en cánticos populares que enfatizó el conocido poeta Francisco Añón Paz, paisano mío y natural de Outes, un municipio coruñés. Casi todos los poetas del "Rexurdimento", Rosalía, Curros Enriquez, Eduardo Pondal... utilizaron esta estrofa pues es de gran sonoridad y ritmo. Un cordial abrazo a todos.