Grieta

GRIETA

Las paredes agrietadas
de esta cuidad herida,
golpeadas por el viento,
tocadas por la lluvia
cayendo lentamente
hasta tornarse polvo;
parezco descifrar el caos,
la lenta espera
es imposible saber
que esconde el presunto culpable
en su mente
ideas o armas,
cuerpos o almas
sin embargo el olor a sangre
nos embriaga;
los caprichos del destino
hacen de la muerte
una tentación...
el letargo del tiempo
mostrando su gélido rostro
moviendo su pesado cuerpo
hacia lo incierto,
encima de los desechos
que deposita la vida
las almas de los caídos
se disputan la entrada al cielo;
no sé que queda de mi
después de vivir tantos años;
no entiendo lo que yo soy
cómo pude causar tanto daño
y luego sobrevivir
a la herida
y luego sobreponerme
al error;
exhalo pesadamente
las ideas
he desafiado al dolor
batirnos en un duelo a muerte,
he desafiado a la muerte
a que me quite la vida
pero me siento cansado,
permanezco intoxicado,
aletargado
aferrado al pasado
ajeno a lo que está pasando
al otro lado del mundo.

 

Muy interesante e intimista este monólogo, con una buena puesta en escena. Las urbes nos dejan paisajes desolados, agrietados, oscuros…, son excelentes esas reflexiones que nos planteas. Felicidades!!

Palmira

 

Hola; muchas gracias por tus palabras.

Slds,

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