haibun (a sensei Maramin con respeto y cariño)

El rocinante ya cansado y con pocas ganas de travesuras, pues a palos calmaron sus ansias por dos que se cruzaron en su camino.
El dicharachero Sancho ya cabizbajo, sin ínsula ni camisas.
Y un caballero triste saliendo del viejo castillo hace su último viaje de vuelta.
La vida le da golpes con otros narrando historias que se asemejan a la suya, pero no son de este.
Y de Hoz del río Dulce a los pies del castillo de La Torresaviñán hacia Sigüenza, las fajas plateadas adornan Sienes del camino y propias. La edad se impone para entrar en razón.
Valdelcubo, Palazuelos, Olmeda de Jadraque, Santamera y Atienza... serán los puntos a pasar en su camino a la cordura.

No importa tanto las desventuras cuanto los aprendizajes, y aún cuando la vida fuera dura su recorrido queda grabado en la mente de cuantos le conocen... y leen.

Loco, poeta, defensor de hijos descarriados que prefieren las letras métrica y rimas, antes que estudiar las leyes de los hombres.
Personaje tan singular es imposible de ser cuerdo, y sin embargo es el más cuerdo entre los locos.
Por sobre los desvaríos su mente lúcida, o por sobre las sombras su ánimo sin miedo.

Son tan extraños los caminos que recorremos los humanos.
Hacia el invierno, el recorrido al menos nos deja una ligera corona de plata.

sendero blanco
se pierde el horizonte
entre las sienes​

 

Es un precioso haibun Dragón y un hermoso regalo para el maestro. Un gran abrazo y que tengas una bella semana.