Hastío

Otra vez deseándote
¡Qué fastidio!

El mundo deshaciéndose en torpezas,
en idioteces cada una peor que la otra, banalidades indignas de la inteligencia consciente,
y yo distraído en el oficio inútil de pensarte.

Tú luminosa como una noche de mayo,
sin una esquinita, colina, valle, monte, duna, luna, vello, saliente, hendidura, oquedad, palabra…
que no haya recibido treinta y tres de mis caricias, cuando menos.

Tú desvestida de angustias y de ropas
Conmigo,

yo cincelándote versos –luego de hacernos de todo-
en cada atrevido paraje de piel, víscera, alma

yo mismísimo poeta animal del universo.

Casi me río. Sabrá Venus en quién piensas,
mientras a mí me sigue carcomiendo esta gana obsesiva
de que las cosas sean distintas de como son.

Mejor vuelvo al mundo del cual formo parte.

Y reparo con paciencia –no sé de dónde la iré a sacar ya-
los pizarrones rotos, las ideas pisoteadas por el inmediatismo pragmatista,
mi convicción (bastante derruida a punta de coñazos)
acerca de que sí vamos a aprender a hacer mejor la vida.

A ver si te voy dejando atrás

si te olvido

Abril y hastío, 2021. César de color negro​

 

Magnifica composición ! Aplausos a Ud!

 

Muchas gracias, bella. Saludos.

 

Exacto, qué tiene que ver la razón e asuntos que no le atañen.

Saludo desde esta esquina del mundo, mi compa.

 

Yo creo que el olvido no es necesariamente lo que quieres. A veces es
mejor seguir deseando, pero sobretodo empeñarnos en que suceda,
nunca la esperanza puede tener tanto sentido. Me encantó tu poema
paisano, se de lo que hablas, pero apuesto por quedarme siempre.
Besitos cariñosos apretados en tus mejillas.

 

El recuerdo a veces es un verdadero fastidio, vecina. Como esos dolores que empiezan a maltratarte cuando vas alcanzando ciertas edades. Y no te los puedes quitar. Fastidios con los que hay que aprender a lidiar. O deshacerse de ellos, si es que se puede.

Muchas gracias por venir a verme, a darme ánimo (viene de ánima, alma...) con tu comentario, a mostrarme aprecio con tus palabras y tu abrazo. Yo también te abrazo. Todas las cosas buenas para ti.

 

A veces sí, a veces no, como dice la canción, jajaja. A veces alguns cosas como que no son para uno, o uno no es para ellas, no sé. Otras veces, en cambio, lo que hay es que buscarlas con suficiente dedicación... tesón y perseverancia. A veces fastidia que el sentir se quiera ir hacia lo imposible, especialmente cuando hay cosas que requieren tanto que se trabaje en ellas. Y uno como un idiota pensando en quien no lo quiere a uno.

Tu apuesta es buena. La única manera de obtener logros (de forma moral, claro) es trabajar en alcanzarlos.

Muchas gracias por tus muestras de afecto y por venir a visitar mis letras.

 

Apuesto a que el sentir derrota todo decir de la razón... es que a sabiendas lo digo, bah, lo siento...
Le dejo por aquí un abrazo con el sincero deseo de que César color negro, no deje de brillar.

 

Somos sentipensamiento, como dijo Fals Borda. Y Blaise Pascal hablaba del "principio del corazón". Afirmaba que "el corazón tiene razones que la razón desconoce". Atribuía al sentir la posibilidad de estructurar, darle forma a la comprensión, completa o no, de nuestro existir. El sentir le daba, pues, "sentido" a nuestra existencia.

Pero en el fondo, aunque se pueda sentir lo que sea y con intensidad de galaxia que tiene sus millones de soles todos encendidos a máxima potencia... si dicho sentimiento no es correspondido, uno está jodido ¿no le parece? Y más vale aferrarse un poco a la razón, a ver si es que puede uno "salvar los muebles". ¿Doler? Duele. Pero no queda de otra. Eso o abandonar la vida.

Ah, César tiene raza negra en sus venas. Ama lo negro. Es un cisne de ónix, profundamente orgulloso de su origen. César es un amante carnal de la noche, que también es negra. No sé si brilla, pero si lo hace, es precisamente cuando se encuentra de ese precioso color.

Le mando mi cariño y mi agradecimiento por su acertado comentario. Por cierto, me encanta su poesía.

 

Muy bonito escribes, te admiro

 

Amigo César, te rifaste un señor poema de esos que te vierten, que te desmadejan, que te pegan justo ahí donde lo necesitas. Me encantó el tono, carajo.
Muy bien.
Gracias por compartir.

 

Yo ta admiro a ti.

 

Épale, Pedro, compañero... Gracias, mi compa. Decía Martí (a quien como poeta y como patriota siempre he admirado) estos versos:

Penas
¿Quién osa decir que penas
tengo yo? Sí, penas. Luego,
después del rayo y del fuego,
tendré tiempo de sufrir.

Yo sé de un pesar profundo
entre las penas sin nombre:
la esclavitud de los hombres
es la gran pena del mundo.

Hay montes y hay que subir
los montes altos;
después veremos, alma, quién es,
quién te me ha puesto a morir.
​

Así que como que es una constante que nos debatamos entre el deber, la búsqueda de la felicidad y el sufrimiento. Felices lxs que tengan paz.

Un abrazo fuerte, hermano.

​

 

Versos de hombre, Monita. Muchísimas gracias por venir a acompañarlos. Versos de ron y viejo rock.

 

Transitando en puntos que siempre equidistan a ese punto central, "que supuestamente queremos hacer desaparecer", el bendito? círculo vicioso. Tedio, impertinente, voraz. Creo que no podemos vivir sin conciencia, ni me imagino a la conciencia sin la razón y definitivamente no imagino a la razón sin el corazón, por eso será que cuesta tanto olvidar.
Lo cierto es que ha sido un placer llegar a tus letras.
Un abrazo Julio César!
Ten una magnífica semana
Camelia

 

Gracias por tus letras.

 

Gracias a ese oficio inútil surgieron estos versos que nos has compartido y que agradecemos leer. Los sentimientos a veces no parecen llevarnos a ningún puerto, y nos tienen navegando como a Ulises calamitosamente . Quizás tendremos q aprender a disfrutar más del camino que del destino, y pienso que sí, que puede ser sabio conformarse con ello, si los recuerdos nos dejan... En los viajes llegar, siempre se llega, pero no sabemos a donde.

Hermoso poema.

Un cordial abrazo:
Maca

 

No sé cómo pude pasar por alto este comentario tuyo, Camy.

Yo creo, por el contrario, que muchísimas personas viven sin consciencia plena de su vivir. No sé si sea mejor así, siempre he pensado que si algún bien nos dio el universo ese fue la consciencia. Pero la consciencia es también consciencia del dolor, cuando ocurren cosas que duelen. Tal vez por eso, para protegerse, algunas personas -yo diría que bastantes-, prefieren obviar la consciencia y tan solo vivir hacia adelante. Yo no puedo, y no me siento tan orgulloso de ello. ¿Olvidar? Un lujo; felices quienes pueden hacerlo fácilmente. Nicanor Parra Pérez el famoso, descubrió algo que ni los mejores anatomistas pudieron: Que había un corazón dentro del corazón, y que allí era donde residía la poesía. No sé por qué nunca le dieron el Nobel... ni el de medicina, ni el de literatura: ¿Falta de consciencia, tal vez? ¿Discapacidad para autoauscultarse y encontrar el corazón del corazón? ¿Acaso ese frívolo pragmatismo inteligente que permite vivir-sin-sentir y hacia adelante (utopía de Occidente... o de algunxs de Occidente)?

Y pensar que todavía hoy, mientras te escribo, tengo que andar diciéndome a mí mismo a cada rato los dos primeros versos (para algunxs sólo serán frases... pero así son mis versos no-versos) con los que comencé este poema ( o no-poema).

Muchísimas gracias por venir a acompañarme, amiga, compañera. Ojalá y puedas perdonarme por la tardanza con la que te contesto. Entendería que no pudieras, sin embargo.

Todo lo bueno para ti, en cualquier caso.

 

Con mucha vergüenza por mi tardanza, te doy las gracias yo a ti, mi compa.

Que estés bien.

 

Nunca he sabido ser paciente, a decir verdad. Pero usted debe tener razón. Como razón suele tener la madre vida... Mirando en retrospectiva, me ha protegido tanto de cometer gravísimos errores de cálculo o de excesivo (a veces hasta feroz y voraz) sentimiento. Supongo que a veces, ante mi terquedad peregrina, no le queda otro recurso a la pobre que arrearme un buen tortazo.

Pero estoy aprendiendo a volar ¿sabe? Y sin aviones ni alas... ni mariguana. Volar, lo que se dice volar, como en la canción aquella. Y le cuento que le da otra perspectiva al viaje del que usted habla. Así se tenga que viajar solo.

Por lo pronto, aunque un poco fastidiado aún, no por usted sino por el recuerdo, le doy las gracias por haber venido a verme y por hablarme de caminos, destinos, dondes.

Un café a su salud.

 

Muy intenso su poema, hay ocasiones que la frustración de no poder dejar de pensar en él (ella) nos provoca rabia y hastío, quisiera uno dormir y despertar sin ese sentimiento pero la realidad es distinta y no nos queda de otra que sobrevivir mientras las aguas regresan a su cauce, un encanto recorrer su espacio saludos!!

 

Muchas gracias. Sí, es tal cual usted lo está planteando.

Un abrazo cordial.