He podido sobrevivir a una aventura.

Me he preparado un solemne almuerzo,
consistente en hamburguesa,
gigante, hecha al horno.
Precalentamos el susodicho,
a 220 grados Celsius ( centígrados ).
Para luego, 10 minutos más tarde,
disminuir su temperatura, a 180 º C.
Y así, circunnavegar la Tierra,
a velocidad de crucero,
durante media hora seguida,
y en la bandeja de entrada,
en lugar de correos electrónicos
( Yahoo, Hotmail, etc ),
pringamos con un cacho de mantequilla,
y añadimos aceite de oliva,
para que la mantequilla no se queme.
Además, la carne de hamburguesa,
que viene de la carnicería,
ya, sin hueso ni cartílagos,
se deshace si aprietas fuertemente,
con tus manos. Rayamos
una papa entera, bien pelada,
y una zanahoria, más tres dientes
de ajo, merced a una herramienta,
que cuenta con espinas duras,
y muchos agujeros.
Agregamos un pellizco
de sal marina gorda,
pues es crujiente y le insufla
sus sales minerales primitivas.





Aparte, dos huevos de gallina,
para unificar el Todo,
o un pequeño Todo, en este caso,
parecido a los nobles apellidos,
o al nombre de pila,
en bautismo canónico aprehendido,
y bien asimilado.
¡ Un pequeño universo,
eso es el hombre ! ¿ Se hará
tortilla ? ¿ Pastel de carne,
con la consistencia de una tortilla
de patatas ? Mezclamos con ambas manos,
bien lavadas previamente,
y con tesón, procuramos que la masa
sea homogénea ( se me ha olvidado
la rama de perejil ).
Finalmente, dos membrillos
acompañarán al astro Sol,
que está aplastado. Me ha salido
muy naranja ( la zanahoria
era más grande que la papa cruda ).
Los membrillos, bien frotados
con la esponja de cocina,
para arrancar de ellos, polvo protector,
e incluso moho reverdecido.
Cachos de membrillo,
o trozos, cortados con cuchillo,
sin el corazón, que es difícil
masticar y deglutir.
Y así, se forma la orquesta,
¡ Crucemos los dedos !
Crucemos el océano Atlántico.
Despúés del Pacífico...
Mediante un gran zumo de naranja,
que aderezamos con canela en rama,
la cuál se prepara en infusión,
junto con cáscaras rayadas de esos frutos.

 

Señor Nommo:
Si tendría que cocinar para un enjambre de avispas ya le contaría yo .....
¿Cuánto tarda en realizar todo?
Sin saltar de rama en rama.
Escribe las horas que tarda.

 

Si tuviera que cocinar para un enjambre de avispas, haría cinematografía y cocinematografía.
Rodaría, rodaría y rodaría películas de cine, que estarían para chuparse los dedos.
Películas cuyo rollo de celuloide, comenzaría en un sencillo ágape:


Créppes franceses con miel de abejas.


Y luego, iría desarrollando nuevas recetas, para cortometraje y largometraje.
Monólogo de Humor, o película de Miedo.
Programa de Televisión, o programa de radio.


Traducido todo, a desayuno, almuerzo, merienda y cena.


Y mis recetas serían tan prósperas, como Hollywood.
Luego por tanto, el Óscar al mejor amigo, me lo concedería yo.
Y no tendría necesidad de estrechar lazos con otros mejores amigos.
Porque cada uno, en su cocina, es libre de hacer cine, o no.


Es libre de intentarlo, o rendirse. O incluso, que no le interese lo más mínimo. Yo prefiero intencionar, para que así, no me falten amigos. Intención es efecto. Pero para hacer amigos, uno ha de serlo, antes.


Dado que ser es hacer, según Sócrates.
He de solidarizarme conmigo mismo.
Debo tolerarme.
Respetarme.
Y encontrar aquellas cosas que me agradan. Aunque consistan sólo, en un hallazgo de andar por casa.


Un hallazgo que está lejos del premio Nóbel, o de la N. A. S. A..
Un hallazgo como es, introducir en la ensalada, ciruelas pasas.


Pero empiezo por mí mismo.
Yo me convido, yo me invito, yo me satisfago.

 

Sip.
Tú te lo guisas y te lo comes todo.
¿Y si todos hiciéramos lo mismo?
Pariríamos hijos que se morirían de hambre por no poder alimentarse solitos.
No sé,
quizás no consiga hacerte ver mi punto de vista,pero yo cocino e invito a todo el que quiera sentarse en mis letras.
Algunos opinan que son una porquería,pero las prueban.
No quiero medallas ni trofeos.

Me gusta comer en compañía y encontrar buenos compañeros de mesa.
Estás entre ellos aunque hay veces...
que te patearía tu trasero.
Los hermanos se pelean,pero se aprecian.
¿Nommo?
¿Estás roncando?
¡Dios!

 

Tú interpretas un papel teatral.
Es una pose.
Una escultura, si lo prefieres.
Eres la Barbie que no consigue amoldarse al proyecto Akira.
¿ Qué es el proyecto Akira ? Y qué es la energía caliente, si no electricidad...
Entonces, Barbie ha de conocer el Japón, pues es el país del Sol naciente.
Y allí, atreverse a manejar, gobernar y dominar, no el mundo, sino los rayos, truenos y centellas.
Pero claro, ¿ A quién se le ocurre que Barbie pueda tostar rebanadas de pan, o cocer un alimento, en una hornilla ?
Si Barbie es hornilla, y Barbie es horno micro-ondas, entonces, también puede transformarse en lava-vajillas, plancha o frigorífico.
Y pierde toda su Gracia, pues ya, no hay discreción.





Ya, no hay infancia. ¡ Se le agotaron las pilas !
¿ Cómo recobra el aliento, pues, la niña que todo lo ve ?
La niña que todo lo percibe.
La niña que abre su mente, y escucha el transfondo de las situaciones cómicas.
El transfondo, igualmente, de las situaciones trágicas.
El transfondo no varía.
Y es la leche de vaca, bien imantada.


Barbie requiere un jardín, para regarlo bien, con suero marino de René Quintón, bien imantado.
Y además, los ojos y el cabello de Barbie, necesitan orino-terapia.





Si te quieres curar, del todo bien, necesitas infusiones de cáñamo.
O sea, no Marihuana, sino Cannabis Sátiva, preponderante por sobre Índica.
Y además, granos de pimienta molidos, y en infusión.
Y si puedes, bayas de enebro, en infusión.


Esa trilogía de infusiones, si la imantas bien, llega al núcleo celular, y te restaura, de dentro a fuera.
Y ya, podrás conciliar el sueño, por las noches.

 

El Nommo que todo lo sabe no tiene ni idea.

Ni Barbie ni pose.

Estoy harta de tender puentes para que los derribes y me catalogues.
Te limitas a acrecentar todo lo feo y malo que ya tengo entre mis manos.
No necesito que me eches más basura encima.
Tengo suficiente mierda.
Se acabó.

Ésta Barbie con pelos en las piernas se larga.

 

Cada oveja, con su pareja. Necesitas protagonizar las escenas que suceden en el Foro de Mundo Poesía. A falta de pan, buenas son tortas. Mereces un poco de atención y de respeto, hacia tus actividades favoritas, que guardas en un baúl, y que dejaste atrás, por Miedo al ridículo.





No es ridículo coser.
Tampoco lo es, montar a caballo.
Ni siquiera es ridículo, salir a dar una vuelta, por el parque.

 

La Vida tiende a alcanzar mayor grado de complejidad.
Por ello, la esencia de la Vida, como la del Universo, es la evolución.
En mi vida, he experimentado una evolución, merced a que todo se basa en los Recuerdos.
Así que amparándome en ese baúl de los Recuerdos, supe cómo relacionar cine y cocina.
O delfino-terapia y alquimia de las infusiones bien imantadas.
Yo soy delfino-terapeuta, sin necesidad de delfines.
Mezclo diversas substancias, y luego, las paso por mi tarro de los imanes.





Me bebo ese mejunje, y poco a poco aparecerá en mis oídos, la vibración mental.
Que constituye una sanación paulatina. Y se forma con sonidos, mezclados con colores.
En suma: Oigo los sonidos ultra de los delfines.