Héctor y Andrómaca revisitados. (Ante un cuadro de Chirico)

Surgido desde el diedro pedregoso

del surco prometedor

ambicionaba ser nube o mariposa.


Una hermosa mariposa de alas negras

o tal vez de alas blancas con una manchita negra

o simplemente una hermosa mariposa multicolor.


Su corazón latía apresurado

mientras ascendía por la ladera angustiosa

y las piedras derrotaban sus avances.


Era la idea sin contornos

la ambición reflejada en el alto cielo

un galope de caballos sin pradera.


Formas y colores yuxtapuestos.

Vacíos emblemáticos esperando su panoplia

siempre vertical siempre sobre mármoles de grandeza.


Después su camino se extravió entre alamedas

que no figuraban en el mapa.

O entre estatuas parcialmente derruídas.


Orillado junto a una fuente sonora

deseó ser simplemente un sólido de revolución

Una especie inédita que enriqueciese las geometrías obsoletas.


Andrómaca esperaba su epifanía entre las formas

y las plazas silenciosas querían entronizarlo.

Con su vuelo cesó la idea.


La metafísica se impuso a su deseo de amante

y dejó el camino emprendido

Volvió al diedro pedregoso. Volvió a su antes.

 

Hola Ludmila. Muy agradecido por tu visita y comentario. Te deseo que pases unas muy felices fiestas. Un abrazo,
miguel

 

Estimada compañera cielo*: muy agradecido por tu visita y el interesante comentario que me dejas. Conceptualizar imágenes y argumentos en este mundo de lo surreal; es, además de una antítesis en su esencia, una aventura intelectual de altos vuelos. Te animo a seguir volando. Un cordial saludo,
miguel

 

Muchas gracias, Tribu, por tu visita. Te deseo igualmente unas muy felices fiestas, compartidas con los tuyos y con el recuerdo de quienes tanto te apreciamos. Un fuerte abrazo, querido amigo.
miguel