Hija

HIJA

No encuentro, amor, las palabras
para expresar lo que siento,
¡Quisiera decirte tanto
que me quedo sin aliento!

Fue mi gozo tan intenso
cuando llegaste a este mundo
que se estremeció mi cuerpo
hasta el rincón mas profundo.

Fue brotando la alegría
al verte pequeña y bella.
¡Gracias a Dios! Yo me dije,
es una niña perfecta.

Emocionado ¿Qué digo?
Conmocionado y feliz.
¡El día que tu naciste
fue la gloria para mí!

¡Cuando te tuve en mis brazos
en el cielo me sentí!
¡No puede existir mas dicha,
sé que no puede existir!

Y me llena la ternura,
me deshace la emoción.
¡Es mi sangre! ¡Que hermosura!
¡Se me salta el corazón.

 

Bellos cuartetos copleados para marcar el detalle hacia ese amor paterno.
estructurar asi una existencia que desde los inicios ha sido emocion
permanente. me ha gustado mucho la emocion que destila la obra.
saludos afectuosos de luzyabsenta

 

Gracias amiga Ana, celebro que haya sido de tu agrado este poema escrito con emocionado amor.

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Es lo que solemos sentir los padres ante tal milagro de vida que hemos generado con amor. Un hij@ deseado y conseguido nos hace desbordar de emociones.

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Siempre certeros y agradables tus comentarios, amigo Carlos, supongo que has sentido lo mismo con los tuyos.

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Celebro amigo Julius que te haya complacido este poema dedicado a una hija, hoy está mas presente que nunca en mis pensamientos por causa de las preocupaciones que nos ocasiona esta pandemia vírica.

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En efecto, amigo Luis Ángel, los que hemos tenido la suerte de tener una hija deseada sabemos que es lo que se siente no importa ya la edad que puedan tener siempre serán nuestras chiquillas.

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Sencillamente hermoso Marcos, ¿hay algo más bonito que tener en tus brazos a tu recién nacido?
Son los mismos sentimientos cuando me pusieron a mi hija en los brazos en el paritorio, qué recuerdos!
Y es que efectivamente no puede existir más dicha.
Mis felicitaciones por esta más que hermosa dedicatoria.
Fuerte abrazo.

 

Eso es al menos lo normal, los padres nos sentimos responsables porn traer a la vida a nuestros hijos, aunque siempre haya excepciones y son las madres las que deben tomar las riendas.

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Ya ves, amiga Nancy, que no es exclusivo de las madres el amor por los hijos, la mayoría de los padres lo sentimos tal como lo digo.

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Me alegra mucho, amigo Luis, haberte hecho recordar tal hermoso momento. Es un gozo intenso e interno que nos derrite y aprisiona para toda la vida.

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