Hijo

Es tan natural quererte

que parece que siempre

hubieras estado aquí

como atado o prendido

como una especie

de apéndice desconocido.



Has de haber sido antes de ser tú

y tus ojos, los míos,

cuando miraban a lo lejos

esperando algo que llegaría

o que se había ido sin retorno.



Quizás antes de ser tú

y tu boca, fuiste rehén de la mía

una palabra que se guarda

un secreto, esos tesoros del habla.



Puede que antes de ser tú y tus manos

hayas sido parte de mis dedos

y que juntos hiciéramos esos versos,

que escribí cuando aún tenía,

la edad de no tenerte.

 

Me encanta este sentir que expresas en tus versos, los hijos son siempre de uno
antes de nacer, vienen como impresos en la piel de nuestra alma. Hermoso y dulce
poema, gracias por compartirlo. Besitos cariñosos vuelen a tus mejillas.

 

Pues, yo... creo que sí, ciertamente antes de que nazcan nuestros hijos;
nuestra verdadera substancialidad existencial, recibe en parte la nueva
substancialidad espiritual, de ese nuevo ser que llega al mundo, sobre todo cuando es "convocado con amor", Hermoso poema.

 

Hola Marcos, gracias por la lectura y el cálido mensaje.
Un abrazo:
Malena.

 

Gracias Anamer por la lectura generosa de mis letras.
Un abrazo:
Malena

 

Gracias Ivan por la lectura y el cálido mensaje que me dejas.
Un saludo cordial:
Malena.

 

Gracias compañero, qué linda manera de decir las cosas.
Un abrazo:
Malena.

 

Yo tengo un amor chiquito al que es fácil amar aúnque no es mi hijo
lo siento que si lo fuera, me ha gustado su poema, besos de colores
en la distancia