Historia de un nacimiento-.

Tremendas tierras que han sido desplazadas

y yo que en su vientre he sido despedazado

hasta incrementar el hálito de la tristeza

como una sábana recién doblegada hacia la luz,

mientras el tesoro recientemente conquistado

muestra su ardor de guerrero torpe y belicoso.

Ausencia tras ausencia he ido creciendo

hasta alcanzar la nebulosa estricta, donde

manejan águilas el control del hambre,

un útero maligno que frena las ansías despobladas.

Mi cuerpo ya emerge de las fantásticas neutralidades

ofrece su paraíso de doctores recios y enemistados

alcanza su podredumbre seca y vacía, cáscara de almendra

que consumen los putrefactos oligarcas familiares.

Terriblemente los cuerpos se sitúan, buscan

una necia comparación de rectas, estaturas y tamaños

conformes, así la luz cede como presionada por un dedo

hasta que el águila penetra las alcobas.

Estar cansado y la letanía de objetos y cosas momificadas

apariencias diversas sobre cajas de latón y cartón

estatuas incendiarias que presienten su distancia alcohólica

como nubes estar formado por dientes sólo.

Eres tú, de repente, y esa bella nomenclatura

de bosques y líneas sobre el papel.

16/03/19©