Horóscopo

Era imposible no describirte.
Había un ambiente prestó a darle vida a esa armadura de color plata.
Tú viste como la aterciopelada sierpe mascó nuestra esperanza.
Dulces bóvedas guardaron el coraje hasta desgastarlo.
Éramos jóvenes aún.
Con el rabillo del ojo atisbamos la vuelta de tuerca.
Había crecido en forma y en sentido nuestro panel de flaquezas.
Ya ni siquiera importaban nuestros generales, el filo de mi cimitarra comprendió a tiempo el golpe a propinar.
Ya te siento en mis palabras, como espejo de incontables madrugadas.

 

Sí, que intentas pavonearte ante una dama, que no te mira.
Pero no te preocupes, si un cuervo le ha comido los ojos.
Tú preocúpate por coserte la gran herida que tienes en la espalda.
No sé si fue un navajazo de un indio Sioux o apache.
Pero intenta darte la vuelta, para coserte la herida, con una aguja e hilo.
Y que esté desinfectado. ¿ Entendido ?


Oh, espera, todavía tienes cuatro años. Oh, bueno... ¿ Tu mamá, dónde se encuentra ?

 

No seas ridículo y deja de jugarle al critico de poesía, a nadie le interesa tus pobres comentarios. Limitate a escribir desde tu estercolero tu basura y evita ser nefasto para los demás.

 

Pero tú, entonces, mandas.
Perdona.
No sabía que fueras tan Jairo como Bolsonaro.
¡ Ultra Derecha !