Huella-.

Como un temblor helado,

así, el suspiro unánime de tu vida.

Un bostezo en ocasiones, una sílaba

desecha y deshilachada. Un olvido

momentáneo y pasajero de tantas vidas

incesantes e inacabadas, sueño de otros

perplejo.

Dejas la huella de tu existencia calcinada,

en ese buque confundido que tropieza

con tus alas y las deja níveas, completas

de sopor.

©

 

Huella en el camino,
siguiendo el frugal destino,
de la dieta, pues la digestión es sagrada.
Huellas en la cocina,
matutinas y vespertinas,
del cocinero chino o mexicano.
Huellas para la carne de membrillo.
Huellas, también, en la ensalada con pepinillos.
O en la bodega, donde jugamos al billar americano.

 

Gracias Nommo, saludos!

 

A veces no basta la memoria , debemos ser lo que en realidad queremos ser.
Un placer.
Saludos.

 

Todos estamos hechos de historias, a veces protagonizamos, otras cumplimos roles secundarios, pero siempre será valiosa la buena huella la buena memoria, esa que trasciende el tiempo, que nunca termina. Hermoso poema descriptivo que genera bellas reflexiones.
me gustó mucho.
Un abrazo.

 

Gracias amiga Cecy B; es muy cierto lo que dices, aunque en plan rencoroso diría que algunas veces más vale desechar mediante poemas y poética, la lucha interior con uno mismo. Es este uno de mis tantos casos precisos. Un abrazo compañera!!

 

Sí, correspondo al enunciado de tu comentario, Alecctriplem, mas objeto que soy lo que escribo, y siempre formulo mi pasado en mi presente. Muchas gracias y un saludo cordial!!