Huellas en la arena

Eran huellas femeninas,
delicadas, en la arena,
con el contorno sutil
de una cadencia divina.
No parecían ajenas.

Cada mañana, allí estaban,
dorándose bajo el sol,
refrescadas por la brisa,
ensimismando a mis ojos
como el rito de una misa.

Pensaba en la afortunada
de primorosa pisada,
en si viviría sola,
en sus cabellos al viento,
en la luz de su mirada.

Y mis noches enfermaron
con sueños de amor y gozo,
con paseos para dos,
con doblar aquellas huellas,
con jornadas de alborozo.

Pensé en madrugar mil veces,
en aguardar en la orilla,
en destapar a su dueña,
en poner cara a esas huellas,
en ver si su rostro brilla.

Pero el miedo me paraba
produciéndome congoja,
pues exponer algo bello,
no es deshojar margaritas,
sino quedarse sin hojas.

Sé que el amor es locura,
más aún lo es la invención,
pero eludir la cordura,
es pan para el corazón.

Cada mañana las sigo,
me avergüenzo de mí mismo,
enamorado de huellas,
de pasos hacia un abismo.

Con el próximo poniente
las huellas he de borrar,
de la playa, de mi mente,
de mi dulce soledad.

Y el mar batió alborotado,
y las huellas se esfumaron.
No todas las borró el mar,
que mis lagrimas, borraron…​

José Ayarza© Todos los Derechos Reservados


Como no la pude presentar para el concurso de S. Valentín, me parece un buen día para dejar que estas huellas caminen dejando ver que "necesitamos" amar. Gracias.​

 

Un placer estrenar esta playa marbelli con mi huella.
Bello poema de amor y de mar y amor.
Saludo fraternal

 

Bella inspiración en el trabajo magnífico, alta calidad estupenda.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

 

excelente poema de amor,saludos

 

Muchas gracias Alfonso por tu estimada opinión y por tu paso por estas playas de Málaga, axarqueñas y más modestas que las marbellies pero también encantadoras.
Un abrazo

 

Gracias Jorge. Como siempre, una gran satisfacción por tus elogios.
Un abrazo.

 

Muchas gracias Sebastian, por tu paso y por dejar tu amable opinión. Un abrazo

 

Hermoso marco para tan bello poema
versos que dejan huella...
Grato leerte, saludos cordiales
Alfredo

 

Agradezco mucho tu comentario, Alfredo.
Un abrazo

 

Muchas gracias por tu grandioso comentario que sin duda hacen mejores a mis versos de lo que son.
Un abrazo Luzyabsenta

 

hermoso poema y un final desgarrante, gran metafora de amor que se sumerge en las olas y revienta con el aire aquel sentimiento del amor.

 

Un poema que recorre esas huellas del amor inolvidable. Una hermosa lectura que recreo y disfruto. Saludos cordiales.

 

Divino poema que al leerlo fui hilvanando tus anhelos de conocerla, me encanto poeta, un beso con cariño.

 

Bellos versos de romanticismo de altura. Ha sido grato leerle. Un saludo.

 

Gracias Nomar por elogiar mis versos. Un placer tu paso por esta playa.

 

Gracias Liliana. El amor es un sentimiento tan íntimo, necesario y poderoso que creo que valdría para vivirlo una sola persona y su ilusión.
Un beso y gracias también por tu visita y dejarme tu impresión.

 

Gracias Nancysant por vernir hasta aquí y dejarme tu reconocida opinión. Un placer y un cordial saludo.

 

Gracias Anthony por tener a menudo un rato para venir, y siempre una agradable y aguda valoración de lo que escribo. Gratas palabras las tuyas a las que espero corresponder. Un abrazo.

 

Me encanta la historia, la reflexión que has plasmado aquí. Tiene momentos como de fábula, como de enseñanza, y es que d ala impresión de que los versos los dicta el raciocinio, intentando calmar internamente, con escaso éxito, al niño fogoso que solo se lanza, minando amablemente el sentimiento con ese reconocimiento de que tiene mucho de delirio, que solo es amar sueños, que es algo irreal. ¿Cuántas veces me estaré repitiendo yo lo mismo o parecido?:

Cito estos versos porque creo que en ellos es donde más claramente defines tu visión de ese amor hacia lo irreal, hacia lo idealizado. No sé cuál es el orden. ¿Primero amas y luego idealizas o al revés, o es una realimentación positiva, una resonancia, que solo tiene el límite del propio sujeto?

Hay también una parte de fatalismo, de imposibilidad de hacer realidad el sueño, tal vez nacido de la voz de la experiencia:

Esto me recuerda también a algo que me dijo un amigo de que algunas ilusiones, algunas fantasías, es mejor no cumplirlas y seguir teniéndolas.

El final, sin embargo, es un poco desconcertante. El raciocinio parece romperse, o más bien, anegarse, como si no pudiera contener ya la emoción:

Es un final trágico, pero no del todo explícito, en el que tal vez otorgas al lector el privilegio de llegar a su propio final.

Si el mío nace de mis experiencias, los sueños son frágiles y al mismo tiempo insaciables, y cada intentan acercarse más a la realidad, hasta que la cruzan y su naturaleza de sueño queda expuesta y ahí, se deshacen, pero para terminar de borrar completamente el sueño, ¡ay!, hay que llorar muchos pedazos.

 

Gran análisis Alvaro. Me causa hasta rubor que te detengas tanto en mis palabras pero es muy halagador. Gracias y espero poder corresponderte, aunque no doy para mucho más... Como poco te explico lo que pienso del tema amor.
Los románticos (incluso los renegados como tú te defines) somos unos idealistas. Pienso que nos enamoramos por necesidad pues estar enamorado es emocionante y embaucador. Tenemos un ideal en la cabeza que le endosamos al que más se asemeja a ese ideal con tal de sentir algo tan sublime. Reconocemos ese sentimiento idílico como algo espléndido y agradable del que no queremos separarnos. Pero vivimos en el mundo real y en cada instante y con cada acto nos damos cuenta que es así. Muchas veces el mundo real desmonta nuestros ideales y hasta nuestros amores platónicos y es triste pues sentimientos tan bellos deberían estar salvaguardados de cualquier mal o realidad que los aceche. Pero es la vida, una dualidad de ideales y realidad. Matar un ideal, más aun uno de amor, puede ser delirante como dices, por lo que a veces incluso preferimos no exponerlo. Creo que los versos reflejan ese afán de defender al amor puro frente a la realidad que tanto y tantas veces nos desgasta y desencanta.
Respecto a tu pregunta, creo que la propia necesidad de amar nos hace idealizar primero para así enamorarnos perdidamente después. Cada persona maneja su ideal de amor, unas lo dejan en todo lo alto, otras lo racionalizan un poco para emparejarse y avanzar, y si al final les falla su pareja es que esta no ha estado a la altura de sus expectativas (su ideal), no era el príncipe o la princesa del cuento...
También pienso como tu amigo, que algunas ilusiones son tan bellas y aportan tanto a la persona que casi mejor dejarlas en ese terreno de lo inalcanzable. Esto depende de los golpes que te haya dado la realidad o de la vida interior que quieras tener. Los que nos recreamos en la poesía creo que somos muy de enamorarnos de nuestros altos ideales pues son sentimientos muy fuertes y que generan mucha vida interior. En mi caso he sido un romántico y creo que muy afortunado pero podía haber sido al contrario y eso suele dar pánico.
El final salio de la propia escena, el mar siempre borra las huellas y ya sólo quedaba la metáfora: la realidad y las lágrimas también borraron las huellas. Da igual si fue porque las huellas no eran del amor esperado o porque la razón nos hizo descartar tan absurdo proceder, como tú dices, a gusto del consumidor, aunque me gusta más esta segunda alternativa que todavía genera más sensaciones.
Borrar sueños con muchas lágrimas es propio de un desamor, digamos que el agua con sal cauteriza muchas heridas, esta bien.
Respecto al amor y al desamor te voy a confesar mi última conclusión al respecto. Igual me equivoco, pero espero que te sirva (seguro que por lo menos te comes el tarro unos ratos como hice yo) pues racionalizar nuestros sentimientos nos ayuda a conocernos y creo que a no sacar las cosas de quicio y así poderlas controlar mejor.
Ahí va: El amor es el nombre atractivo y lujoso de algo sencillo llamado "egoísmo". Por eso alguna vez por aquí, en un portal donde destaca el Foro de Amor, he dicho que habría que sentarlo en un banquillo... Es "querer" "querer" y "querer" lo que pasa es que como ya no somos infantes lo maquillamos y lo adornamos envuelto en papel de oro y bellos sentimientos en su corte. Claro que hay que ganárselo por sí mismo, con "dar", "dar" y "dar", pero desde el principio fue "querer", algo tan simple como le ocurre a un niño con un juguete bonito o con cualquier otro capricho. Llega una edad en que no queremos objetos, sino personas pues nuestros instintos nos inducen a ello y eso tiene otras reglas... No es lo mismo morir de amor que morir de egoísmo pero quizás no haya tanta diferencia en el origen y fondo de la cuestión. Es otra idea para reflexionar y a mí me sorprendió por lo que ahora, que sigo disfrutando de la sensación de amar, por qué no, me hace gracia pensar que soy un sencillo egoísta enamorado.
Un abrazo Alvaro y perdona que no dedique más tiempo a tus interesantes reflexiones y tus magnificas letras, pero prometo hacerlo, sé que estas ahí.

 

Y sí, tanto necesitamos amar que la literatura está llena de grandes romances inventados... Muy lindo poema. El mar y la playa siempre invitan a dibujar sueños y amores mecidos en el movimiento de las olas.
Un saludo.

 

Efectivamente, grandes romances inventados y también grandes romances que reflejan la realidad. Gracias Luz por dejar tus reconocidas huellas en esta playa. Un saludo.

 

José, nada de compromisos. Entiendo que venimos aquí a pasar un rato agradable, cuando lo tenemos y nos apetece y ya está .

 

Ayyy José, huellas doradas por el regusto de la soledad, huellas de misterioso romanticismo, huellas líricas de belleza sin igual.... Preciosos tus versos, muy románticos y con un toque de melancolía que embellecen aún más su enamorado contenido. Me ha encantado leerte, querido amigo. Besazos con mucho cariño y admiración.....muáááááácksss...

 

Compañero bella poesía con imágenes que hacen imaginarnos esas playas

 

Gracias Lomita por tu generosa opinión y por dejar una de tus huellas en esta orillita. Besos cariñosos para ti.

 

Aplaudo estas reflexiones. No me extiendo porque creo que lo comparto en gran medida y ya no aporta mucho repetir lo mismo una y otra vez.

Eso sí, mantengo mis dudas sobre esto:

Hay personas que te provocan un estímulo biológico, físico, químico, a partir del cual evoluciona ese proceso de idealización. Puede ser incluso su comportamiento hacia ti. Quizá, cuanto más contacto se pueda tener con la persona real, más de ella se conservará en la imagen amada.

Y un gran egocentrismo en la autocontemplación del sentimiento. Estoy de acuerdo en que la materia básica del amor ese "querer, querer, querer", que mencionas, un anhelo, una necesidad de la otra persona que yo parece tener límites en los que saciarse. Y, por supuesto, cualquier intento de que ese sentimiento lleve a una relación de pareja que merezca la pena debe ir modulado por una convicción de que las necesidades de la otra persona deben ser igualmente atendidas. Igual me habría venido bien que me contaras conclusión hace unos cuantos años, pero seguramente no te habría escuchado; creo que estas cosas las aprende uno desde dentro.

 

A mi también me hubiese gustado tener más claro desde hace años qué es y cómo funciona el amor examinado con un prisma más teórico. Aunque esto no debe nublar las "buenas" sensaciones y deseos tan fuertes que el amor provoca. Me llama la atención lo facilque es vivir enamorado/a y lo poco que sabemos realmente de cómo gestionar ese sentimiento. A mi se me ha ocurrido advertir a una hija mía, que es muy enamoradiza al respecto y no sé si leservirá de algo, pues como tú dices me parece que me ha escuchado pero el sentimiento no se deja intimidar ni perturbar por teóricos, jeje. Mi intención era que no sufriera con los posibles desamores, pero todo hay que vivirlo...

Pienso que primero es el ideal y que en todo caso ese ideal se puede mejorar y modificar con lo bueno y bonito que apreciamos o advertimos con el tiempo y a partir de otras relaciones, pero tampoco es importante, al finales parecido a lo del huevo y la gallina.
Un abrazo Alvaro, siempre es un placer compartir impresiones contigo.