Imagen de infancia.

Lola y su vestido curtido
apuesta ochenta duros al nieto.
El dominó entre tomate y pepino,
castizo aroma a Castell de Ferro.

Las paredes del bajo cortijo,
arrugas del duro mar eterno,
son las blancas costuras de amor
de mi abuela tejiendo el invierno.

"¡Abuela, Lola! ¿Hoy qué comemos?"
"Pan con mierda niños,
pan que robó el jilguero"

"¡Abuelo, vamos! ¡Vamos al faro del cielo!
Allí te escribiré cien ochos
y besaré puro tu rojo rostro pinero."
Un beso para cada pierna,
y otro que robó el jilguero.

Las toscas piedras de orilla gozan
los azotes del crepúsculo en celo,
su color es fruto del gran níspero,
cuya virtud emana del recuerdo.

 

Me gustó tu poema,sobre todo donde hablas del pan con mermelada
saludos

 

Muy tierno escrito compañero Antonio Cuello fue un placer pasar

 

Un buen poema, bellas imágenes Pintan tus versos, felicitaciones y bienvenido a esta casa de poesía que disfrutes tu estadía.
Un abrazo fraterno poeta.